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BARCELONA -- El Espanyol vive el verano más inesperado de los últimos años. El más ilusionante, se diría, de su historia moderna. Y es que el club blanquiazul, catapultado por el dinero de Chen Yansheng, sueña con dejar de ser un simple segundón en Barcelona y empezar a plantar cara en la Liga española. Este domingo la prensa se hizo eco de una noticia publicada en Inglaterra que en tiempos pasados habría provocado mofa. Y que esta vez motivó sorpresa y dudas: El Espanyol estaría interesado en Mata, el volante del Manchester United a quien se da por condenado por la llegada del mismo Mourinho que le traumatizó en el Chelsea. Por Mata el United pagó en enero de 2014 cerca de 45 millones de euros y Mata tiene en Old Trafford un salario anual superior a los ocho millones. Esas cifras estarían fuera de todo alcance en la historia periquita... Pero ahora son hasta tenidas en cuenta. O no hacen sonreír. Más aún, en junio se insinuó que el Espanyol podría concederle la que se intuye como una última oportunidad en la carrera del díscolo Balotelli. Y el asunto no fue tampoco considerado financieramente una locura. PIES EN EL SUELO
En el club se deja volar la ilusión de sus aficionados pero se trabaja con sobriedad. Ya se dio un golpe de efecto convenciendo a Quique Sánchez Flores para hacerse cargo de la plantilla y el vestuario disfruta de una renovación y potenciación indiscutible. "Este es un proyecto a tres años, no de un día", explicó el propio entrenador, a la vez que el nuevo dueño del club, presidente y consejero delegado de la empresa china Rastar Group reafirmó su intención de invertir lo necesario para disparar la ambición blanquiazul. El sábado se cerró la cesión de Piatti, cuya llegada se suma a la del portero Roberto, el medio Jurado y los delanteros Reyes y Baptistao. Pero ahí no acaba la operación refuerzos, por cuanto ahora se quiere apuntalar la defensa y Fazio es el nombre elegido. El objetivo del Espanyol, de entrada, es colocarse entre los siete primeros clasificados de la Liga y pelear por un puesto de Champions en un plazo no superior a los tres años. Pero el sueño alrededor del club, la ilusión de los aficionados, es convertir al Espanyol en una suerte de Chelsea a la catalana, un equipo capaz de acabar plantándole cara al todopoderoso Barcelona. Las empresas de Chen Yansheng disfrutaron en 2014 de un beneficio superior a los 370 millones de euros y aunque Forbes estimó el mismo año su fortuna personal por encima de los mil millones, se estima que su patrimonio podría multiplicar por diez esa cantidad. No es extraño que, viendo cómo en los últimos meses se ha identificado con el club, la hinchada del Espanyol sueñe despierta. Si en Londres un ruso desconocido (aunque mucho más poderoso) convirtió al Chelsea en un grande, ¿por qué no podría ocurrir eso en Barcelona?
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