<
>

¿La tercera será la vencida para Paco Jémez con los mexicanos?

El DT del Granada, Paco Jémez, ya tendría la experiencia con tres jugadores mexicanos como Aquino, Ochoa y Castillo. Getty Images

MADRID -- En Granada no hubo tiempo para especulaciones sobre quién sería el sustituto de Andrés Fernández en la portería.

Hasta el lunes pasado, ni siquiera entraba en planes reforzar la puerta; tan seguro estaba el club y en particular el técnico Paco Jémez de poder contar con Fernández la próxima campaña.

El sustituto fue elegido prácticamente en un día. Guillermo Ochoa.

Y al contrario de la popular versión que afirma que el técnico Paco Jémez fue quien solicitó "expresamente" al mexicano, las cosas podrían haber sido muy distintas.

A menos de 100 kilómetros de distancia de Granada, había un club "amigo", Málaga, que necesitaba liberar una plaza extracomunitaria y el arquero mexicano, que apenas llegó a disputar 19 partidos en dos años recibiendo la misma cantidad de goles, era el primer candidato a salir. En poco tiempo se fraguó la cesión; que no es más que el fin de la relación del mexicano con los boquerones pues su contrato finaliza el próximo verano, si bien fuentes granadinas afirman que el Málaga se hará cargo de gran parte del sueldo del jugador.

Jémez, por otro lado, recibe a Ochoa con el mismo escepticismo que a todos los jugadores que no ha elegido él. Ni más, ni menos. A partir de este martes, cuando el arquero del Tri se integre al grupo en la que será su primera sesión de entrenamiento antes de ser presentado formalmente en la Ciudad Deportiva, tendrá que trabajar incansablemente para convencer al canario.

Por suerte para Memo, Jémez no ve con malos ojos su contratación y su fortaleza mental y disciplina son un punto a su favor. No obstante, el técnico se ha guardado de celebrar la llegada de un jugador con cierto renombre hasta no verlo en acción.

El ex guardameta del América es el tercer mexicano que llega a las manos de Jémez en un intento de relanzar su carrera en los últimos cuatro años y las dos anteriores no dejaron el mejor recuerdo en la memoria del canario.

Nery Castillo figuró en el plantel del Rayo Vallecano en la temporada 2013-2014. Tardó más de un mes en entrar en acción debido a una lesión muscular, pues no fue hasta finales de septiembre de 2013 que pudo debutar con el Rayo.

Disputó apenas once partidos. Su último encuentro con el cuadro franjirojo -- que, además, fue el último encuentro de competición oficial que ha disputado hasta la fecha -- fue la derrota por 2-4 ante el Atlético de Madrid del 26 de enero de 2014. En total, disputó 11 partidos y marcó dos tantos.

Jémez, que en septiembre de 2013 había dicho que "pronto veremos al mejor Nery", pasó, por ahí de enero, a tener que afirmar una y otra vez que confiaba 100 por ciento en su jugador pues "de otra manera no estaría aquí" y justificar su ausencia por las lesiones ya que "estamos deseando todos ponerlo bien físicamente y en condiciones para que pueda competir y que nos demuestre todo lo que sabemos de él; que es un gran jugador", a pedirle que diera "un paso adelante" y, posteriormente, a borrarlo por completo de las convocatorias.

"Cuando un club como el Rayo hace una apuesta y no le sale, lo acusa más porque no tiene la capacidad económica de otros, pero no es solo una cuestión de si Nery hace goles o no. Ninguno, yo tampoco, hemos dado el nivel necesario", dijo en referencia al mexicano tras aquella derrota frente al Atlético que marcó el final para Castillo.

La temporada siguiente vio la llegada de Javier Aquino, quien recalaba en el Rayo Vallecano cedido por el Villarreal. Él sí que llegó a pedido expreso del técnico canario, que buscaba un hombre de garantías para la banda. Pero el mexicano apenas rindió. En 25 partidos dio dos asistencias y se fue sin marcar un solo tanto.

Ya a mediados de la temporada, técnico y jugadores del Rayo mostraban su "decepción".

"Él mismo sabe que no ha dado su nivel. Cuando vino, era una oportunidad única de traer a un jugador de su nivel. Queremos que se encuentre bien, siga trabajando y, cuando tenga la oportunidad, demuestre el talento que tiene. Ha hecho buenos partidos al principio de Liga y las cosas no se olvidan", dijo Jémez en rueda de prensa a mediados de febrero de 2015.

Mientras Alberto Bueno, entonces goleador del Rayo y actual jugador del Porto ( a quien, por cierto, Jémez busca incorporar en su proyecto), comentó a ESPN Digital: "(Aquino) nos podía dar un poquito más porque tiene unas cualidades extraordinarias. Es rápido, habilidoso, pone unos centros magníficos y aparte es internacional con su país, eso habla del nivel que tiene. Hay que pincharlo un poquito a veces para que saque lo mejor de él".

Prácticamente cerrada la amarga temporada 2014-2015 y con maleta en mano para volver a México, Aquino acabó por reconocer, que "la responsabilidad es, al final de cuentas, se combina de muchas partes y uno debe aceptar la parte que le corresponde. Quizás en momentos puntuales no hice de la mejor forma las cosas, quizás me faltó algo. Quizás nunca se lo pregunté al entrenador (qué le faltaba). No sé. Puntos de vista de él, también. Situaciones contractuales cuando empezaba a ir bastante bien, que no podía jugar. Se combinaron muchas cosas. Este año me ha tocado pasar por muchas cosas complicadas".

Está, pues, en manos de Memo, hacer que la tercera, sea la vencida.

Granada, en plena reestructuración

Pese a que Granada fue el cuarto equipo más goleado de la Liga en la campaña 2015-2016, la dirección deportiva encabezada desde hace un mes por Javier Torralbo, Piru, consideró al arquero español Andrés Fernández, de 29 años, el candidato ideal para el puesto. El jugador no veía con malos ojos continuar en el club debido a su renuencia a volver al Porto, donde no tenía la titularidad garantizada; el club, por su parte, se quedaba con un arquero que conocía la casa y, lo más importante, evitaría un gasto extra.

Pero de acuerdo a la prensa granadina, el Porto no quiso renovar la cesión de Fernández sin compensación económica y acabó negociando con el Villarreal, donde el ex-arquero de Osasuna pasará la temporada 2016-2017, situación que favoreció la llegada de Memo Ochoa.

Pese a la reciente compra del Granada por el empresario chino Jian Lizhang, la nueva directiva trabaja con políticas de austeridad y ajustándose a un presupuesto similar al de la campaña 2015-2016 de aproximadamente 28 millones de euros.

En cuanto Jémez llegó a Granada a mediados de junio pidió tres refuerzos: el lateral Tito, el central Alex Gálvez y el mediocampista Jozabed. Todos viejos conocidos del canario durante su paso por el Rayo Vallecano. La dirección deportiva con el agente deportivo Pere Guardiola tras bambalinas, está a punto de cerrar al lateral y al mediocampista; el central lo tiene más difícil, pues Werder Bremen pide dos millones de euros que Granada no está dispuesto a pagar.

La guerra por el arco

La ventaja en la titularidad para Memo Ochoa radica, quizás, en que Oier Olazábal, producto de la Masía, apenas ha disputado tres partidos de Primera División. En tanto, el tercer portero, Ivan Kelava, quien se recupera de una lesión, no jugó un solo minuto en Liga la temporada pasada; de hecho rara vez entraba en convocatoria.

Sin embargo, Jémez ha tenido ya dos semanas para trabajar con el vasco de 26 años, de cuyo trabajo en los diez días de concentración en una urbanización en Murica se dijo "muy satisfecho". El canario no es un técnico que se rija por jerarquías y suele elegir a sus hombres tanto por calidad como por rendimiento, algo que paga con lealtad.

Jémez, además, no se anda con medias tintas cuando toma una decisión. Ya puede ser el fichaje "bomba" de la dirección deportiva, que si a él no le convence, simplemente no juega. Pasó con Miku en el Rayo Vallecano. Jémez llegó a quejarse abiertamente de la contratación del venezolano y pasó media temporada en la grada. No fue hasta enero que empezó a gozar de oportunidades, más por una cuestión de necesidad que por convicción del técnico.