GRANADA, España -- 90 kilómetros separan a Málaga de Granada, ambas capitales de sus respectivas provincias. Málaga, la ciudad rica de la región oriental de Andalucía; la que más ha incrementado, población, puestos de trabajo y PIB en los últimos 20 años amentando la brecha entre una y otra capital en un 50% según datos del Instituto Nacional de Estadística Español. Granada, la de mayor riqueza cultural. La bonita; la turística. Hogar de la Alhambra, Patrimonio de la Humanidad desde hace 30 años. Dos ciudades que guardan cierta rivalidad histórica en todos los sentidos – política, cultural, socioeconómico, y por supuesto, deportivo, aunque desde el último ascenso de cuadro nazarí en 2011, el derbi regional que a mediados del siglo XX se ha convertido en ocasión para una fiesta entre ambas aficiones. Pese a la cercanía y el recuerdo de una rivalidad histórica, se ha normalizado el ir y venir de jugadores de una a otra ciudad.
Dos años después de su llegada a Málaga como uno de los arqueros sensación del Mundial de Brasil, Guillermo Ochoa se ha convertido en el quinto jugador que pasa de una casa a otra en las últimas cinco campañas. Lo hace en calidad de cedido por una temporada. Su nuevo hogar lo recibió con los brazos abiertos, aunque la expectación fue mucho menor a la que generara en La Rosaleda en agosto de 2014, cuando más de 1,500 personas se acercaron a saludar a su nuevo jugador.
El acto de presentación, sobria y sencillo, fue compartido con el defensa Gabriel Silva. Pero aún desde la sencillez, Memo acaparó la atención de medios y el puñado de aficionados que pacientemente esperaron fuera de las instalaciones del club para saludar a su nuevo jugador. No llegaban a 20, pero ni de lejos se trataba de un grupo de curiosos que pasaba por ahí; se trataba de seguidores específicamente de Memo, en su mayoría.
Mexicanos casi todos y un malagueño, que orgullosamente portaba una camiseta del América en honor al portero del Tri. En Granada, Memo se ha sentido “querido” , razón por la que afirma que ha sido “fácil” tomar la decisión de partir hacia allí.
Memo Ochoa tuvo su primer entrenamiento con Granada. pic.twitter.com/ixOYuDKsOb
— Paola Nunez Valbuena (@paolitanunez) July 26, 2016
“Lo principal fue el deseo del equipo de tenerme aquí en Granada, eso es importante. Estar en un sitio donde te quieren, donde buscan sacar lo mejor de todo. Por supuesto el nuevo proyecto (del club) y el nuevo entrenador me motivaron y me ilusionaron y no lo dudé. Estoy feliz de haber tomado esta decisión. Fue una decisión fácil y espero que al final las cosas salgan bien para el equipo”, dijo Ochoa durante su presentación como jugador nazarí celebrada este martes en la Ciudad Deportiva de Granada.
Recio, jugador de los boquerones desde hace dos temporadas, había mandado un recado de avanzada a su antigua afición para que a su llegada “traten (a Memo) lo mejor posible porque se lo merece”, según dijo a los medios locales antes de que se oficializara su marcha de Málaga, describiéndolo como “un gran fichaje para Granada”. Para Ochoa, el cambio de aires significa la “oportunidad” de continuar en la aventura europea que inició hace cinco años, cuando dejó el América para fichar por el Ajaccio francés.
“Para ser portero (a los 31 años) estoy en una edad ideal; el portero es más longevo que el jugador de campo. Estoy feliz de seguir en España que era mi prioridad y continuar este trayecto por Europa. Estos dos años aquí en España me van a ayudar para este nuevo reto”, dijo el arquero mexicano durante su presentación como jugador nazarí en un acto que se celebró este martes en la Ciudad Deportiva del Granada. Memo llega a una casa en pleno proceso de remodelación donde la afición espera con una mezcla de expectación con una pizca de temor por lo desconocido a que arranque el nuevo proyecto de Granada.
Una apuesta arriesgada para el arquero de 31 años, pero con un mundo de posibilidades por delante pues es justo el lugar donde puede lograr ese asentamiento en el futbol español por el que lucha desde su llegada a Málaga en 2014, y, sobre todo, a su consagración como arquero de elite y se muestra consciente de ello.
“A nivel individual busco esa continuidad que logré al final del torneo pasado y mantenerla durante todo el campeonato y ayudar a mis compañeros. Lo más importante es lo grupal. Pelear por los objetivos del equipo y llegar al final de la temporada tranquilos. Tratar de ver hacia arriba la tabla y no hacia abajo”, señaló el arquero mexicano, quien en dos años con Málaga disputó 19 partidos oficiales, recibiendo la misma cantidad de goles tras temporada y media esperando una oportunidad. Desde que el empresario chino Jiang Lizhang se convirtiera en accionista mayoritario y presidente del club granadino, los fichajes estrella gestionados por el agente
Pere Guardiola, quien funge de una especie de asesor sin puesto, han ido exclusivamente al área directiva, administrativa y, por supuesto, a la dirección técnica. En un mes, Granada ha cambiado radicalmente. Lizhang no estará en España para manejar el club; será la nueva administración encabezada por el director general Sergi Vieta y el director deportivo Javier Torralbo, ambos procedentes de las filas de la agencia deportiva de Guardiola, Base Sport SL, quienes se encargan de gestionar el club.
Su primer decisión fue ‘limpiar la casa’ para empezar el proyecto prácticamente desde cero.
La segunda, contratar al técnico canario Paco Jémez para las próximas tres temporadas en que la consigna, según repiten incansablemente desde la directiva hasta el cuerpo técnico, es llegar a Europa en los próximos tres años. El de Jémez es, de hecho, el único fichaje en forma que ha realizado el club, pues en cuestión de presupuesto, en principio no debería aumentar gran cosa con respecto a los 28 millones con que contó la campaña anterior, siendo éste el cuarto más bajo de Primera División.
De ahí que cinco de las seis incorporaciones que el club ha realizado hasta el momento, Boga, Toral, Silva, Angban y Memo, hayan llegado a modo de préstamo mientras Tito vino con la carta de libertad en mano a pedido expreso de Paco Jémez apenas concluyó su contrato con el Rayo Vallecano.
Memo se muestra deseoso de trabajar con Jémez
Jémez cautivó a media España gracias a ese futbol valiente y agresivo con el que mantuvo a flote al Rayo Vallecano durante cuatro temporadas antes de sufrir el descenso la campaña anterior. Y si bien su estilo puede parecer demasiado arriesgado, sobre todo cuando se tienen limitaciones económicas y técnicas como en el caso de su antiguo club, para el arquero mexicano es una fuente de motivación y confía en que ese estilo, implementado en Granada, puede dar resultados.
“Es un riesgo que he visto que él asume en cada partido. Le gusta proponer, apretar arriba, tener la posesión. Hace que atrás tengas más espacios y para el portero sea más vulnerable pero hay que tratar de hacer bien las cosas lo más rápido. Si lo hacemos bien podemos sacar buenos resultados. Es bonito ver que un equipo busque ganar jugando bien”, señaló Memo, quien desde primera hora del martes, se puso a las órdenes de jorge Ramírez, entrenador de porteros del cuadro nazarí, mientras el resto del equipo entrenaba con Jémez.
Durante más de una hora el ex-entrenador de porteros del Córdoba vigiló con ojo clínico al mexicano probando sus habilidades, reflejos y técnica, especialmente con el juego con los pies.
“Sé lo que pide Paco a sus jugadores, a los porteros... el estilo que le gusta, que los porteros jueguen mucho con los pies y salgan con balón controlado. Fue algo que también me motivó (a venir a Málaga). Afortunadamente he tenido entrenadores que me han pedido este tipo de juego, tanto en otros equipos como en la selección; Miguel Herrero, Ricardo Lavolpe... En México se trabaja un poco así. Depende del entrenador y su estilo. En Málaga no me lo pedían, pero es algo a lo que estoy acostumbrado a hacer y me siento cómodo”, explicó el mexicano.
"No será nuevo para mí y me puedo adaptar rápido al sistema que ponga el entrenador Creo que me sentí bastante bien, bastante cómodo para ser el primer día, venía de un par de semanas de trabajar a sesión doble (con Málaga). Físicamente me encuentro listo y disponible para trabajar al ritmo de mis compañeros"