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Neymar, atrapado en un callejón sin salida por culpa de su padre

BARCELONA -- Arrastrado por su padre, Neymar ha acabado en un callejón que se sospecha sin salida. Conoce la forma de actuar de su progenitor y vive entregado a una familia que se entiende indestructible, pero la situación se le ha ido de las manos y hoy, simplemente, no es dueño de su futuro. Difícil de entender pero fácil de comprobar.

En los despachos del Barcelona se alude a lo que sucedió hace ahora 20 años, exactamente, cuando Ronaldo fue arrastrado por Alexandre Pitta y Reinaldo Martins hacia el Inter de Milán contra su voluntad. El ‘Fenómeno’ lloró en un parque de París cuando comprendió que no había marcha atrás y aquella imagen se traslada ahora a un yate, en aguas del Mediterraneo, en el que los Neymar, padre e hijo, parecían discutir el martes acaloradamente.

El diario Sport había soltado una bomba que para nada era de artificio. Quiso negarlo el Barcelona y desmentirlo el diario Mundo Deportivo, competencia directa en cuanto a las informaciones referentes al club azulgrana, pero Ney ya entendía que estaba al borde de un precipicio, si por precipicio se entiende su marcha del Barça.

En los últimos once años su padre se ha dejado seducir por el Real Madrid, por el Barça, el Chelsea, el Manchester City, United y PSG. Nunca pareció tener suficiente y si no pudo colocarlo en edad infantil en el Madrid porque un directivo merengue no se avino a pagar los 60 mil euros que exigió junto a Wagner Ribeiro, al cabo de cinco años, en 2011, le sacó al Barça 40 millones de euros por la firma de un contrato que se concretó hasta 2014.

La operación se adelantó a 2013 porque el entonces presidente del Barça, Sandro Rosell, temió que la ingerencia de Florentino Pérez pudiera echar por tierra un fichaje que, pensó, iba a catapultar al equipo azulgrana muy por encima en el concierto continental. Pero los cuatro años de Neymar en el Barça no han sido fáciles, aunque pudiera parecerlo.

El Barça se vio abocado en 2016 a una renovación millonaria después de que el PSG diera un paso más de los que habían dado los clubs de Manchester, ambos, y el Chelsea. El club francés fue con todo para convertirle en el sustituto de Ibrahimovic y Neymar Sr. hizo sus números habituales: un salario para Ney superior a los 29 millones de dólares anuales, premios aparte, y una prima de fichaje para él que no se conoció pero que se especuló por encima de los 29 millones también.

FINAL… O PRINCIPIO
Neymar, el hijo, escuchó de viva voz la propuesta de Nasser Al-Khelaifi... Y consiguió convencer a su padre. Quería quedarse en el Barça si le igualaban las condiciones. Y así fue. De unos 9.3 millones de dólares fijos y otros 5.8 variables que especificaba su contrato inicial, Ney pasó a un salario de 18.6 millones fijos y unos variables (muy simples de cumplir) que le catapultaban hasta los 25.6, igualando a Lionel Messi. Y que en el mejor de los casos alcanzaban esos 29 del PSG. Además de una prima de renovación para Neymar Sr. que después se conoció cercana a los 10.4 millones de dólares.

Bartomeu respiró aliviado porque solo él y sus más próximos sabían de la forma de actuar del agente Neymar. Pero el Barça, sus dirigentes, cometieron una serie de errores imperdonables que enrarecieron la relación y acabaron tal como está ahora la situación.

Primero no se atendió al fichaje de Gabriel Barbosa, Gabigol, íntimo amigo de Neymar y que venía a ser ese ‘9’ que reclamaba Luis Enrique. Después tampoco se firmó a Gabriel Jesús, presentado también por el padre de Ney y a quien quería tener cerca para apadrinar su crecimiento en Europa.

El Barcelona acabó fichando a Alcácer semanas antes de que en la firma de los documentos del nuevo contrato de Neymar existieran una serie de cambios no esperados y que provocaron ya un alejamiento definitivo. Los ejecutivos del Barça apostaron demasiado fuerte. Se equivocaron.

La gota que colmó el vaso la personalizó Lucas Lima. Amigo íntimo de Ney, el padre del crack lo presentó al Barça, cuya indefinición coincidió con una explosión contraria en el entorno del club que provocó el silencio institucional con un solo mensaje: Lucas Lima nunca interesó. Neymar Sr. se sintió traicionado por los dirigentes. Y se rompió la baraja.

SORPRESA RELATIVA
En el Barcelona, hoy, se repite que el asunto les ha tomado por sorpresa y, por ello, el discurso oficial (Roberto Fernández, Pep Segura, Jordi Mestre...) es invariable: no hay caso y no hay posibilidad de negociación.

Sin embargo existe una corriente dentro del club que atiende a la posibilidad de que la jugada de Ney acabe siendo cierta. Y, por ello, empiezan a tomarse medidas alternativas y preparadas para mitigar el golpe. Tanto desde un punto de vista deportivo como mediático.

ESPN ha podido saber que, en contra de lo que se ha dicho, Bartomeu y Neymar no mantuvieron ninguna reunión durante el viaje de la expedición del Barça a Estados Unidos y que el jugador estuvo mucho más serio de lo habitual, incluso con sus personas más próximas, como Messi o Douglas... El único brasileño que sigue (pero no seguirá) en la plantilla junto a Rafinha.

Neymar no quiere irse del Barça pero el Barça no ha logrado que Neymar traslade ese mensaje a la opinión pública. Desde Brasil se repite que su marcha está prácticamente sentenciada y en París se le espera con calma, sin prisas y sin nervios porque se sabe que el crack nunca dejará en la estacada a su padre.

Si alguien lo pensara, los mensajes que ha publicado en las redes sociales, en Instagram principalmente, dejan bien a las claras que por encima de su deseo personal estará la decisión que tome su progenitor, su padre, su agente. Y éste parece tener claro el camino a tomar.

Neymar es prisionero (si puede utilizarse esta expresión) de su padre, tal y como lo fue en su día Luis Figo, en el verano de 2000, de José Veiga. La diferencia es que el portugués no sabía los pasos de su agente e intentó, por decisión propia, echar atrás ese contrato con el Real Madrid mientras que Neymar Jr. sabe lo que hace su padre y queriendo quedarse en el Barça no hará ni dirá nada.

Apostar por la permanencia o salida de Neymar es ahora mismo un deporte de riesgo máximo. Las noticias se suceden dando por hecho que el vestuario del Barça ya tiene clara su marcha y que en el del PSG ya saben su llegada. Pero el cuento no está concluido aún.

Su padre debe hacer la jugada final. Como siempre.