BARCELONA -- Neymar quema en el PSG casi tanto como en el Barcelona. Antero Henrique, Director Deportivo del club francés, explicó en la noche del martes a Unai Emery que no podía confirmarle el fichaje del jugador brasileño, tal y como le habría pedido el entrenador. Y le comunicó que en París todo está listo a la espera de que Ney haga oficial su decisión.
Una decisión que en la capital francesa se entendía favorable hasta el fin de semana. Y que se sigue considerando así aunque alrededor de todo el asunto empiece a crecer la duda, la urgencia y cierto punto de hastío. Esto último, se entiende, en el entorno del FC Barcelona.
El propio entrenador del PSG, según explicó la Cadena Ser, conversó, antes de ofrecer su rueda de prensa en Miami telefónicamente con Neymar para explicarle su proyecto deportivo y animarle a sumarse al mismo, mientras que Henrique solicitaba al padre del crack que acelere su decisión porque el club no quiere prolongar mucho más la espera para cerrar el asunto.
El presidente Nasser Al-Khelaifi es quien, de acuerdo a lo que una fuente muy cercana al club explicó a ESPN, ha tomado la decisión de acelerar en la medida de lo posible las conversaciones.
“El contrato está concretado, las primas y el bono por el fichaje. No entiende que mantenga la indefinición” convino esta fuente.
“La intención era que debutase en el Trophée des champions (la Supercopa francesa) que jugarán el día 29 (el sábado) el PSG y el Mónaco en Marruecos pero eso ya es muy improbable” explicó esta misma persona, admitiendo la incomodidad patente entre los mandatarios, no solo en el presidente.
SEÑALES
La renovación de Motta, el nombramiento de Maxwell y el fichaje de Dani Alves. El traspaso de Di María, el interés por Coutinho y la permanencia de Verratti… Son certezas y negociaciones abiertas durante los últimos meses por un PSG que ha trabajado discreta pero concienzudamente con el objeto de seducir a Neymar. No solo a nivel económico, que también, sino con un proyecto deportivo en el que se sienta feliz.
La incorporación de Dani Alves fue una jugada, se afirma en París, conducida con rapidez por el club. El ex azulgrana tenía cerrado un acuerdo con el Manchester City cuando el PSG le igualó la propuesta inglesa, le mejoró, levemente, la prima de fichaje… Y le presentó como la avanzadilla de Ney.
Neymar, gran amigo del lateral, le conminó a incorporarse al PSG porque él también estaba dispuesto a fichar por el club. Y Alves cambió de rumbo sin pensárselo dos veces. Pero, además, al todavía jugador del Barcelona se le lanzaron diversos guiños desde París. Primero se prolongó el contrato de Motta y se ofreció un puesto en la parcela técnica a Maxwell, brasileños como él, para, después, presentar una oferta al Liverpool por Coutinho.
Coutinho y Neymar, además de amigos desde hace muchos años, forman una excelente sociedad en la selección brasileña, por lo que la posible llegada de ambos ya fue saludada con euforia desde el vestuario, donde Thiago Silva, el capitán, la apadrinó sin dudarlo.
Y a ello se sumó, se suma, la indiferencia por cualquier interés en el fichaje de Verratti. El PSG ni se plantea hoy por hoy la salida del centrocampista italiano por considerarle pieza fundamental en los esquemas deportivos del equipo… Pero sabe de la necesidad de ‘hacer hueco’ en la plantilla.
Ahí entra el nombre de Di María, jugador que ya hace meses estaba entre los planes del Inter y cuyo traspaso no solo ofrecería ingresos dirigidos al famoso ‘fair-play’ financiero de la UEFA, sino que allanarían el camino.