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La petición de Ernesto Valverde por Íñigo Martínez no fue concedida

BARCELONA -- Ernesto Valverde recibió su primer revés desde que firmó como entrenador del FC Barcelona. Un revés directo por cuanto pidió al club el fichaje de un futbolista determinado, Íñigo Martínez, y el central de la Real Sociedad, salvo sorpresa mayúscula, no jugará en el Barça.

Si Luis Enrique no tuvo inconveniente en cargar personalmente con la responsabilidad de fichajes como Douglas o Arda Turan (a pesar de que no fueran suyos), Valverde no tendrá ni esa posibilidad habida cuenta que el club le ha dado muestras de que siendo el entrenador, su labor no incluirá elegir futbolistas.

Él podrá, puede, trasladar su opinión respecto a reforzar tal o cual posición, pero la decisión en cuanto al nombre o nombres elegidos recaerá en los servicios técnicos del club, con Pep Segura al frente y Roberto Fernández a su vera.

El técnico azulgrana convino con su cuerpo técnico durante la gira por Estados Unidos la conveniencia de incorporar a otro defensa central para ocupar la plaza de Jeremy Mathieu. No debió convencerle Marlon y sostuvo ante Segura y Roberto la necesidad de un refuerzo de primer nivel para sumarse a Gerard Piqué, Samuel Umtiti y Javier Mascherano.

Íñigo Martínez, defensor vasco de 26 años y que ya estuvo en la agenda del Barcelona en 2012 y 2013 fue el elegido en un casting tan supersónico que se entendió inexistente. Fue, simplemente, la elección de Valverde, quien trasladó al club su deseo de fichar al zaguero de la Real Sociedad.

Marlon quedó, de buenas a primeras, muy tocado y pasó de aspirante a descartado, entrando en las quinielas de bajas… Pero no fue el único. Peor aún, se puso en duda el papel de Umtiti, cuya primera temporada había dejado excelente impresión, y fue señalado Mascherano, ya apartado del escenario por el francés y a quien la llegada de Íñigo colocaría en una posición todavía más secundaria.

Con el plantel azulgrana regresando de la gira por Estados Unidos y a la sombra del asunto de Neymar, los ejecutivos del Barça aceptaron la solicitud del entrenador y se pusieron manos a la obra.

DEL TODO A LA NADA

El Barcelona avisó a la Real Sociedad de su intención de fichar a Íñigo Martínez; la Real le remitió a la cláusula de rescisión (32 millones de euros), el Barça (coincidieron todos los medios) lo dio por bueno, los dos clubs acordaron negociar el traspaso de forma amistosa… Y la operación, concretada de palabra con incluso un desplazamiento express de Roberto Fernández al País Vasco, quedó lista para sentencia.

Y de repente se esfumó. Habiendo conversado, incluso, con el tío del futbolista e Iñaki Ibáñez (representante que apoya a la familia) y reconociéndose desde Anoeta que el presidente del Barcelona había mantenido una conversación con Jokin Aperribay, el presidente de la Real Sociedad, el interés se transformó en silencio. Y el silencio, se entiendo, dio paso al desinterés.

En San Sebastián existen dos sensaciones encontradas: por una parte alivio por poder pensar en mantener a su capitán; por otra, sin embargo, de decepción con las formas del Barcelona, que ni volvió a comunicarse con la Real.

En todo este asunto alumbró, sin embargo, otro nombre. El Barcelona, por deseo de sus servicios deportivos, scoutings y con el liderazgo de Pep Segura, tiene atado el fichaje de Yerri Mina para el mes de enero de 2018. Y ha dado señales, también, de confiar en Marlon.

LESIÓN

Las dudas que pudiera tener Valverde motivaron que se especulase con un adelanto en el fichaje del zaguero colombiano si el Palmeiras era eliminado por el Barcelona de Guayaquil en la Copa Libertadores. Y así ocurrió. Aunque con un percance inesperado.

Yerri Mina sufrió una fractura ósea en el pie izquierdo y las primeras impresiones que han llegado a Barcelona hablan de un mínimo de tres meses de baja, con lo que el futbolista colombiano no estaría en condiciones de reaparecer hasta la segunda quincena de noviembre, transcurridas al menos 12 jornadas de Liga y 5 de las 6 de la fase de grupos de la Champions League.

Ante este escenario, el fichaje del futbolista del Palmeiras, atado por el Barça desde hace meses por 9 millones de euros, podría mantenerse aparcado hasta el mes de enero, tal y como se tenía previsto, o, incluso, retrasarse hasta el verano de 2018.

Y sin Yerri Mina falta por conocer la decisión final de los servicios técnicos del club azulgrana referidos al central. La opción de Íñigo Martínez, defendida por Valverde, no goza de apoyos en el club y solo lo sucedido con Yerri Mina podría abrir un pequeño resquicio a la esperanza del entrenador que, de todas formas, ya debe haber entendido que no está en sus manos la confección de la plantilla que tenga a sus órdenes.