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SAINT MARTÍN DE RÉ -- Italia ha vuelto sobre sus pasos. Si el fracaso en el Mundial de Brasil no hizo cambiar la idea a España, a Italia la desnudó absolutamente y la llegada de Antonio Conte al banquillo la condujo, otra vez, hacia su historia. Cesare Prandelli, sustituto de Marcello Lippi tras el Mundial de 2010 (en que la azzurra fue eliminada a las primeras de cambio), instituyó una nueva personalidad futbolística al equipo nacional. Aparcó el catenaccio y le dio la pelota a Pirlo para que, como una suerte de Xavi, dirigiera al Calcio hacia una nueva etapa. Pero aquella historia se acabó en 2014. La Italia de Prandelli fue subcampeona en la Eurocopa de 2012 y ni el aplastamiento sufrido en la final (4-0 frente a España) provocó una depresión más allá del primer momento. Dirigida por 'fantasistas', la selección italiana fue la tercera mejor en posesión en aquel torneo (por detrás de España y Alemania) con un 58 por ciento de media y, también, la tercera en número de pases completados. La buena imagen del equipo, su gusto por el ataque y los buenos resultados parecieron instalar el nuevo rumbo. En la Copa Confederaciones de 2013 los penaltis la apartaron, otra vez frente a España, de la final, pero Prandelli renovó su contrato hasta 2016. Y llegado el Mundial de Brasil todo saltó por los aires. Hoy cualquier parecido con ese pasado es simplemente una coincidencia. Un gol de Godín en los últimos minutos de la última jornada de la primera fase del Mundial de 2014 provocó la eliminación de Italia, la dimisión de Prandelli, la llegada de Conte... Y el regreso a la historia. Italia vuelve a jugar con cinco zagueros, tres centrales y dos laterales que, dependiendo del partido y el rival, son o no son carrileros. A la fortaleza defensiva se suma músculo y trabajo en el centro del campo, donde la desaparición de Pirlo por haber cambiado la Liga italiana por la MLS y las lesiones de Marchisio y Verratti han devuelto galones a Motta y De Rossi. Y el balón ha dejado de ser la razón para convertirse en complemento. En esta Eurocopa apenas han necesitado tres goles para superar como primeros de grupo la fase inicial, Bélgica y Suecia dominaron la posesión sobre una azzurra que ha sido la 13ª en este ranking y su histórica imagen conservadora, peleona y aguerrida ha regresado al plano. Jubilado Pirlo se acabó la fantasía. Esta es la Italia, la de siempre, que con las garras afiladas se encontrará España en París.
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