PARÍS -- PARÍS -- Sonó el silbato final, y los jugadores de Irlanda del Norte se derrumbaron sobre el césped del Parc des Princes.
La decepción era palpable, y no era para menos. Acaban de quizás ser superior a su rival Gales, pero eso no impidió que quedaran eliminados. No obstante cuando pase el tiempo y miren hacia atrás, se sentirán orgullosos por lo realizado.
Nadie en su sano juicio daba ni dos centavos por Irlanda del Norte, que contra todo pronóstico avanzó a los octavos de final. Si bien es cierto que perdió tres de sus cuatro partidos, la realidad es que todos fueron por la diferencia mínima, y en ningún momento fue dominado.
“En la primera mitad tuvimos las oportunidades más claras, pero no las aprovechamos”, declaró el mediocampista Steven Davis. “Vimos como nuestros fanáticos estaban ilusionados, y estamos tristes de que se haya terminado esta linda historia”.
En efecto fue una de las narrativas más pintorescas de esta Eurocopa. Sus simpatizantes le agregaron colorido y alegría a cada ciudad que visitaron y su cántico de “Will Grigg is on fire”, se volvió viral.
Incluso en este partido en París en el cual eran minoría, siguieron siendo lejos los más ruidosos, y uno observaba en las gradas como fanáticos neutros con camisetas de otras selecciones, se contagiaban con sus canciones.
Para empeorar aún más la eliminación, el gol de Gales, fue en contra por parte de Gareth McAuley, quien recibió el apoyo masivo de sus compañeros.
“Big G (McAuley) no se merecía esto porque ha jugado de manera fenomenal”, sentenció Davis. “Vamos a aprender mucho de esta experiencia”.
Tan buena fue la defensa de Irlanda del Norte, que su técnico Michael O´Neill llamó “una de las mejores del mundo”, que no han permitido más de un gol en 17 encuentros en fila.
“Esto es devastador”, dijo O´Neill. “Hoy fuimos el mejor equipo. No puedo pedir más de los muchachos. Estábamos jugando en nuestro primer torneo grande desde el Mundial de 1986 y respondimos con creces”.
Más allá de la evidente decepción, normal tras una derrota, sus fanáticos tienen una visión más positiva.
“Toda Irlanda del Norte está orgullosa de ustedes”, concluyó el golfista de ese país Rory McIlroy en redes sociales.