LILLE -- Dudo que Bélgica vuelva a tener una oportunidad como la que tuvo en esta Eurocopa.
La posibilidad era dejar de ser la promesa eterna. Dejar de sacar pecho únicamente porque el ránking FIFA te tiene en la segunda posición y empezar a hacerlo porque genuinamente lograste algo.
Este equipo belga tiene grandes individualidades, pero dista de ser un equipo.
De hecho es llamada por muchos “La Generación Dorada” del fútbol de Bélgica. Sin embargo, justo o no, no han rendido a la altura de su talento.
No tanto porque no hayan conseguido un título --los otros también juegan y son talentosos--, más bien por la carencia de actitud en momentos importantes, y porque a la postre eso termina significando derrotas inesperadas como la de hoy ante Gales.
No me gusta encontrar culpables, pero quedó claro que el partido le quedó grande a los dos jovencitos que tuvieron la responsabilidad de ser titulares hoy: Jordan Lukaku y Pierre Denier.
“No soy un mago, no puedo reemplazar la experiencia. La lesión de Jan Vertonghen fue una tragedia deportiva”, dijo el técnico Marc Wilmots. “Aunque con adversidad hay oportunidades, y hoy no la aprovechamos. Gales fue mejor”.
La suspensión de Thomas Vermaelen y las lesiones de Vincent Kompany y Nicolas Lombaerts tampoco ayudaron a una defensa que hoy quedó muy expuesta.
Igualmente después de básicamente prender fuego a sus jugadores de 21 años, Wilmots intentó recatarse.
“Si no tienen confianza por la juventud, es mi culpa”, agregó.
Lo que también quedó en evidencia, fue el hecho de que Wilmots tardó demasiado en mover el banco, y nunca terminó de encontrar la cohesión en su conjunto.
“Coloqué a Fellaini y sentí que volvimos a tomar control del partido”, justificó Wilmots. “Pero después nos hicieron el gol y ya no pudimos. Cometimos errores fatales ante un muy buen equipo galés”.
Sin embargo, el principal problema es tanto más simple y va a la raíz del asunto; Gales pareció querer más el partido y a partir de esa mayor disposición ganó el encuentro.
Es cierto que hoy colocaron el once inicial de menor promedio de edad (24 años y 242 días) en la Euro desde 1968, pero eso no quitará el hecho de que Bélgica desperdició una oportunidad inmejorable.
A las excusas se las olvida rápido.
“Éramos uno de los favoritos y hoy nos dejaron afuera”, concluyó Wilmots.