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Capitán de Chapecoense arropó a Diego Costa en el Atleti

Diego Costa llegó al Atlético de Madrid cuando tenía 22 años, apenas se aproximaba al futbol de élite y aún no contaba con la madurez suficiente para asumir el liderazgo colchonero, fue entonces cuando Cléber Santana se cruzó en su camino y le guió para dar lo mejor de sí.

Apenas coincidieron en el club, el capitán del Chapecoense y el hoy goleador del Chelsea formaron una dupla de gran comunión, al menos así lo recuerda Javier Aguirre, entrenador del 'Atleti' en ese entonces y quien brindó la primera oportunidad con los rojiblancos a ambos elementos.

"Cléber llegó al Atlético de Madrid a pretemporada, habíamos vendido a Gabi al Zaragoza, entonces vino a reforzar al medio campo. Él era muy serio, no diría que tímido ni introvertido, pero sí muy serio, muy tranquilo y justo también llegó Diego Costa a esa pretemporada... Diego, que ahora está en Chelsea", relató el 'Vasco' para ESPN Digital.

En ese entonces Costa apenas rebasaba la adolescencia y ya había vestido las camisetas del Real Valladolid, Albacete y Celta de Vigo, en todos ellos con una cuota de goles rescatable y la proyección a futuro de una gran estrella, en la que se convirtió con el paso del tiempo.

A Cléber y Diego se les veía entrenando juntos: El primero con la sobriedad que siempre le caracterizó y al segundo con todo el aspecto de un juvenil, incluyendo aretes, cadenas y el cabello teñido y alborotado, con la misma rebeldía que solía demostrar en el campo de juego.

"Se hicieron muy amigos y Cléber lo orientaba mucho, porque Diego era un poquito más joven y no estaba muy ordenadito, no entendía bien el tema de la disciplina y estas cosas, porque era muy joven, por supuesto y Cléber le ayudaba mucho, él le orientaba", recordó Aguirre Onaindía al respecto.

Justo allí fue donde intervino el recién fallecido, para encaminarlo hacia la madurez requerida en los clubes de mayor tradición y hacerle entender que podría alcanzar grandes cosas, en escenarios como Stamford Bridge donde el hispanobrasileño recién portó un brazalete negro con la leyenda "Força Chape", en honor a su viejo amigo y al resto de las víctimas mortales.