LEÓN -- No todos los reencuentros traen buenos recuerdos. Lo que pasó aquella tarde del 31 de mayo del 2014 no sólo rompió la tibia y peroné de la pierna derecha de Luis Montes ni los ligamentos de la rodilla derecha de Segundo Castillo, acabó con los sueños forjados desde la niñez: Jugar un Mundial.
Un año, seis meses y once días después de aquel encontronazo de piernas en la cancha de los Dallas Cowboys en el juego amistoso entre México y Ecuador, Luis Montes y Segundo Castillo se volverán a ver. Será el sábado por la noche en el último juego de liga del futbol mexicano entre León y Dorados.
En entrevistas pasadas, ambos jugadores manifestaron no tener rencor, pero confesaron que esperaban este día, el del reencuentro para saludarse.
Después de aquella jugada en el centro del campo, donde Montes reconoció que fue imprudente, el mexicano y el ecuatoriano nunca más volvieron a enfrentarse, pasaron un largo tiempo en recuperación y apenas volvieron a las canchas el torneo pasado.
El ‘Chapo’ lo hizo el 17 de enero contra Tigres en la categoría Sub-20 y Castillo el 28 de enero ante Chivas en la Copa MX vistiendo los colores de Dorados de Sinaloa en el Ascenso MX. El tiempo fue justo y también lo regresó a sus selecciones.
En aquel entonces, Montes, quien provocó la falta y la lesión confesó que la acción “fue por la emoción del gol que traía todavía, es una jugada donde entré imprudentemente. Siempre he sido un jugador que entrega todo, hoy me tocó a mí, las cosas pasan por algo, me voy con la frente en alto sabiendo que viene una recuperación por alto”.
Por su parte Castillo en diferentes entrevistas siempre manifestó que esperaba este día para conversar sin rencor y platicar, mirándose a los ojos, sobre lo que pasó.
Después de aquella inoportuna jugada la carrera de Montes y Castillo no ha sido la misma.
El jugador de León no ha podido regresar a su gran nivel y el elemento de Dorados tuvo que comenzar desde el Ascenso MX para volver a Primera División. Su reencuentro no trae buenos recuerdos, pero será sano para ambos jugadores, para verse frente a frente, sincerarse y continuar su camino.