GUADALAJARA -- Con tres cambios, dos obligados y uno por decisión táctica, las Chivas Rayadas del Guadalajara saltaron al terreno del Estadio Omnilfe para medirse a los Diablos Rojos del Toluca. Matías Almeyda tuvo una semana para meditar qué hacer con su once, luego de conocer que Miguel Ponce por lesión muscular y Carlos Salcedo por suspensión, no estarían disponibles.
El técnico argentino modificó su ya recurrente línea de cuatro para jugar con una conformada por cinco elementos. Carlos Salcido, quien apenas había jugado 34 minutos en el presente torneo, reapareció de titular en la central como líbero, acompañado de Jair Pereira, quien también regresó de una lesión, por derecha y Hedgardo Marín por izquierda. Por esa misma banda, Carlos Cisneros cubrió el hueco de lateral dejado por Ponce.
Además de las dos bajas obligatorias de Salcedo y Ponce, Almeyda sacrificó a Israel Castro en la media de contención. Su lugar en el campo fue ocupado por Ángel Zaldívar, quien jugó adelante y por la izquierda, acompañado de Omar Bravo e Isaac Brizuela, este último cargado hacia el costado derecho.
En el centro del campo, ante la salida de Castro, aparecieron como volantes mixtos Carlos Peña y Orbelín Pineda, con la indicación de recuperar balones y la consigna de proyectar con claridad hacia el frente de ataque.
La decisión de formar una línea defensiva con más elementos, además de las bajas ya mencionadas, se debió a la fragilidad mostrada por el equipo rojiblanco en esa zona durante los últimos partidos.
De los 13 partidos previamente dirigidos por Almeyda en Liga, su escuadra apenas colgó el cero ante Atlas en el certamen pasado, permitiendo gol en los otros 12 compromisos. Pese a los cambios, contra Toluca esta estadística se amplió una vez más.