Hay situaciones en la vida que sobrepasan el contexto, que van más allá de lo humano o de la pasiones y quizás sea una de esas la que vive Antonio Mohamed de cara a la final de vuelta del Clausura 2016 ante el Pachuca, en donde el 'Turco' podría dar por cerrado un emotivo y espiritual pasaje de su vida al cumplir la segunda y última promesa que le hizo en vida a su hijo Farid.
La vida le puso una dura prueba al técnico argentino. Estando en Alemania y cuando regresaban por carretera hacia el aeropuerto de Frankfurt, luego de que la selección Argentina fuera eliminada en penales por los teutones, el carro en el que viajaban el estratega, su hijo y un grupo de personas fue embestido por otro vehículo que iba a exceso de velocidad, accidente en el que el menor perdió la vida.
Ascender a Huracán y campeonar con el Monterrey, las dos promesas que Antonio le hizo a su hizo Farid. Una de ella ya está cumplida y se dio en el 2007, cuando en medio del un llanto conmovedor, Mohamed logró el ascenso con 'El Globo', cumpliendo la primera de sus encomiendas.
Un título de Copa Sudamericana con Independiente, otros dos de Liga Bancomer MX con Xolos y con América fue el camino que tuvo que recorrer para ganarse la oportunidad de estar en el banquillo albiazul, misma que no ha desaprovechado.
"El de Tijuana fue muy emotivo pero este fue bastante luchado y duro el camino. Sería el más emotivo y el que más estoy buscando porque este lugar que estoy ocupando lo deseaba hace mucho tiempo y esta vez que se da no quiero dejarlo pasar", expresa el DT con seguridad.
Noventa minutos y un gol de desventaja separan a Antonio Mohamed de cumplir la promesa que cerraría un capítulo más de éxito en su vida, quizás el más importante, ese que le permita con emoción señalar al cielo sabiendo que sus dos anhelos están plasmados en la realidad.