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Rubén Omar Romano sufrió un secuestro antes del incidente de Pulido

Hace algunos años, el técnico argentino Rubén Omar Romano vivió una experiencia similar a la que hoy vive Alan Pulido.

El entonces director técnico del Cruz Azulfue plagiado al salir del entrenamiento de los cementeros el 19 de julio de 2005 y luego de permanecer 65 días en cautiverio y finalmente ser rescatado por la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), platicó en exclusiva con ESPN Digital.

En una entrevista publicada el 26 de septiembre de ese mismo año, el timonel relató los dramáticos momentos que atravesó durante el tiempo que estuvo privado de su libertad.

"En el momento en que me atrapan y me llevan, por supuesto que estaba muy asustado. Me cambiaron de auto y me echaron a la cajuela de otro. No sé qué auto era", declaró. "En el camino me la pasé rezando y pensando en mi familia. Fue muy duro, porque mi familia no estaba en México, hacía tres días que se habían ido de vacaciones a ver a mi mamá, a mi hermana. Entonces, pensando en ellos, en la noticia, en que estaban lejos del país, en el regreso, en lo largo del vuelo, de 10 o 12 horas, el drama que podían estar pasando, eso sí me 'pegó'".

Relató los días de zozobra y preocupación que pasó mientras permanecía vendado de los ojos en un cuarto sucio, incluso, se refirió a la forma como era alimentado: "Era muy difícil comer con los ojos tapados. No me daban cubiertos, entonces, normalmente lo que pedía era lo mismo: un sándwich de jamón y queso, una quesadilla, de repente alguna hamburguesa, una manzana".

Expresó que "me bañaron cinco veces en dos meses" y que la última vez hasta lo cambiaron de ropa, pues le dijeron que ya se iba a ir, aunque él desconocía si ya iban por él o si sólo lo cambiarían de lugar.

Señaló Romano que "del trato que me dieron, no me puedo quejar, pero no le deseo esto nunca a nadie. Si a alguien le llegara a tocar, ojalá le toque gente que lo trate bien, como me trataron a mí. Por supuesto que el trato mental, me refiero a estar continuamente pensando en los que están afuera y el problema familiar que he tenido, y las pesadillas que le hicieron pasar durante dos meses a mi familia, eso no se puede perdonar".

Manifestó también que en los momentos en que los secuestradores negociaban con su familia y con el intermediario, Issac Mizrahi, quien entonces era su amigo y auxiliar técnico en la escuadra cruzazulina, vivía con incertidumbre: "No sabía lo que iba a pasar, ese era el miedo que yo tenía, pero bueno, estaba con la fe de que podían haber aceptado lo que se estaba ofreciendo. Nunca me imaginé que me fueran a rescatar, porque yo insistía en que no se metiera la policía, que esto era un negocio, que yo iba a salir bien, pero nunca pensé que me fueran a rescatar".

Expresó que cuando finalmente fue rescatado, "volví a nacer, por eso creo que hoy por hoy voy a tratar de vivir cada minuto y cada hora de mi vida intensamente".


MÁS UNIDO A MÉXICO

Aunque reconoció Romano que a partir de ahí, vive con miedo y dentro de lo que cabe, intenta tomar precauciones cada vez que sale a la calle, a estas alturas de su vida no guarda rencores y lejos de sentir animadversión hacia el país mexicano, cada vez se siente más unido a él.