Se dice que el amor todo lo puede. El caso de André-Pierre Gignac, seguramente es un ejemplo atípico de los tiempos actuales. Los cañonazos económicos que han aguantado el francés y la directiva dejan en claro que como dice su eslogan... Un Tigre no deja sólo a otro Tigre.
ESPN Digital está en poder de asegurar que en la mesa de los universitarios existió una oferta del futbol chino de 45 millones de dólares por el futbolista galo, dinero que parecía reunir las condiciones para que André emigrara al balompié asiático sin problema alguno.
“Estoy enamorado de Tigres, todo mundo lo sabe, ahora me voy a quedar, yo creo, los tres años de contrato que siguen. Yo tengo 30 años y hasta los 33 estoy con Tigres”, afirmó Gignac a su llegada, anoche en el aeropuerto regiomontano.
Ese amor es incondicional. Los chinos llevaron a la dirigencia de Tigres 20 millones de dólares --cinco menos que su cláusula de rescisión--, pero con un extra de que cada año el atacante gane ocho millones de dólares por tres en total lo que sumarían cerca de 45 millones de dólares, una cifra que se antoja seductora para cualquier jugador en el mundo.
El tema no fue ignorado por Gignac y la dirigencia de Tigres. Fuentes allegadas al tema deslizaron a ESPN que el jugador estaba dispuesto a irse si el dinero convenía al club, pero en Tigres saben que más allá del dinero André es un activo importante no sólo en lo económico, sino también con la afición.
La oferta del futbol chino fue muy tentadora, así como otras que han llegado, pero prácticamente es un hecho que Gignac se mantenga con el cuadro norteño, porque su ‘amor’ va más allá del tema económico, sino de su pasión por una ciudad del que está perdidamente ‘enamorado’.
El mercado chino cerró sus fichajes el viernes 15, y con esto se fue la opción millonaria de Gignac y Tigres, pero la pasión por un sueño pudo más.
EL REBELDE ANDY DELORT
Otro tema que está en la mesa de los felinos es otro francés: Andy Delort. El futbolista ya expresó de deseo de jugar sí o sí con los Tigres la próxima temporada. Su mayor ilusión es jugar al lado de su ídolo futbolístico André-Pierre Gignac.
Hasta el momento las negociaciones no se han concretado. El Caen pide 12 millones de euros y Tigres ofrece 10, pero con un detalle, esa cantidad la pagaría a cuatro años, tiempo que no está dispuesto a esperar el Caen, ya que tiene otras ofertas por el atacante.
Sin embargo, se sabe que el propio Delort ratificó su deseo por jugar en Tigres, decisión que lo ha colocado en un estado de ‘rebeldía’, ya que se pone los arreos del equipo, pero simplemente no entrena con el mismo, pues quiere dejar en claro que respeten su anhelo de jugar con los Tigres.
El desenlace no se ha dado, pero todo indica que Delort se convertirá en Tigre de un momento a otro, si el Caen cede y acepta las condiciones del equipo mexicano.
La historia podría tener un buen fin. El amor, como se dice por ahí, todo lo puede.