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Brasil ya no me asusta, ahora me preocupa

Neymar controla el balón durante el entrenamiento con Brasil. AP Photo/Silvia Izquierdo

BUENOS AIRES -- Brasil ya no me asusta, ahora me preocupa. Y pienso que esto me pasa porque en el fútbol las cosas se dieron vuelta. Ahora hay que tenerle miedo a Paraguay, por lo menos eso deben estar pensando los hinchas brasileños.

Sin Neymar, su máxima estrella, Brasil tiene que jugar en Asunción y ganarle a un rival durísimo. ¿Cómo lo hará? Es casi una tarea titánica. Los paraguayos, además, están agrandados, tienen un buen equipo que busca instalarse entre los mejores del continente. Paraguay tiene un gran director técnico, el argentino Ramón Diaz, algo que los brasileños no tienen.

Y después de muchos años de fútbol, los paraguayos sienten que le pueden ganar al fútbol de Brasil. Y mañana así se lo harán sentir en su estadio lleno de gente de su parcialidad. ¡Pobre Brasil! ¿Cómo saldrá de ésta?

Para sentir lo que sienten los demás, decidí ir al Bar del deportivo Guaraní, mítico reducto de la sociedad paraguaya en Buenos Aires, en la calle Piedras y Caseros. ¡Imagínense! La alegría del pueblo paraguayo es infinita. Por primera vez en muchos años, sienten que van a ser protagonistas y que Brasil es un escollo más, dentro de su gigantesca carrera al título.

Leopoldino Ruidíaz Amaya, 54 años, oriundo de Piribibuy, toma su café como todas las mañanas de lunes, lee un suplemento deportivo. Me mira con una mirada tierna que me invita a acercarme.

- Hola Leopoldino, ¿como anda usted?

- Estoy lleno de felicidad, muchacho. Vamos a jugar con Brasil y lo mejor de todo: vamos a ganarle.

- ¿Le parece tan sencillo ganarle a Brasil?

- ¡Sí! Es un equipo bajoneado, que lentamente va perdiendo su identidad y Paraguay viene en alza luego de empatarle al líder.

El fútbol es una cuestión de momentos, de ciertas oportunidades y como llega cada uno. Paraguay llega mejor, con un equipo mas armado, pero con poca fuerza ofensiva. Paraguay continúa siendo un equipo defensivo, pero ante Brasil todo indica que saldrá a ganar.

- Vamos a atacarlo, muchacho, vamos a hacerle sentir la localía...

Es una frase fuerte. Los paraguayos están seguros que a Brasil lo pasan por encima. Yo no lo creería tanto.

- Brasil, ya no es el más grande de América, muchacho. Basta ver sus últimas actuaciones. Con solo decirte que a Uruguay le faltó un poco de puntería para hundir del todo a este equipo que es más flojo que un conjunto de naipes parados.

¡Pobre Brasil! Ya nadie le tiene confianza. Pensar que hasta hace poco era uno de los grandes del mundo y ahora hasta el seleccionado paraguayo es capaz de ganarle. Todo cambia, como dice la canción.

Brasil sin Neymar estará huérfano, pero aún el peor Brasil siempre es rival para cualquiera. No hay que hacer leña del árbol caído y hay que tener muy en cuenta que Brasil es Brasil por potencial, por historia, por individualidades. Está mal, pero aún así es firme candidato.