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Histórico, Chile es la tercera mejor selección FIFA del mundo

Con el título de la Copa América, Chile terminó de redondear un equipo muy exitoso. Getty Images

BUENOS AIRES -- Chile irrumpe en el Top 3 mundial de selecciones. Se trata de un hecho saliente, no aislado. Circunstancia por sobre la que no se puede pasar en puntas de pie. Hito enmarcable. Más trascendente, incluso, por la forma y la época en que lo logra, que el tercer puesto conseguido en el Mundial de Chile 1962. Fruto y consecuencia de un exitoso camino iniciado en 2007, que obliga a la selección ahora dirigida por Juan Antonio Pizzi, a alcanzar las mismas metas y cotas a las que la historia obliga a Argentina, Brasil y Uruguay.

Conseguir semejante ubicación en el concierto del fútbol internacional se debe a un trabajo pormenorizado. Proyecto que se inicio con Marcelo Bielsa bajo la presidencia de Harold Mayne-Nicholls, y que continuó, al margen del paréntesis por la breve estancia de Claudio Borghi al frente de La Roja, ya sin el tino político pero aún siendo consecuente la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP) en el área deportiva, con Jorge Sampaoli en el banquillo.

El primer paso fue un cuidado proceso de selección. Talentos dotados de tal ambición y ganas de crecer, que jamás se pensaran a sí mismos en el terreno de juego por encima del grupo humano que conformaba la selección. El reflejo de esa característica es el énfasis puesto a la hora de jugar sin balón. La entrega total y sin condicionantes en pos del bienestar general. El convencimiento de que “el éxito del compañero es el mío propio, y eso es lo mejor para el equipo”.

Luego sucedió un cambio de mentalidad. ¿Por qué conformarse con ir a un Mundial y durar tres o cuatro partidos en la fase inicial, si podemos pelear por ganarlo? El resultado de ese giro, años después, fue la actuación superlativa de Chile en el Mundial de Brasil 2014. Arrolló al campeón del mundo España, además de haber dominado y superado al anfitrión Brasil, por más que se le negó el premio de eliminarlo en una cruel tanda de penales.

El tercer estadio en este proceso ha sido alcanzar la madurez total como equipo. El colofón, ganar la Copa América en 2015 y hacerlo frente a Argentina, país del que han procedido los últimos 4 seleccionadores del combinado chileno. A Juan Antonio Pizzi le ha quedado la tarea de liderar la renovación de un grupo ya legendario.

Chile acumula 1348 puntos, apenas 4 menos que Bélgica (1352), segundo mejor seleccionado FIFA del momento detrás de la albiceleste argentina. Mantiene una estructura firme y la base que la ha conducido al olimpo del fútbol sudamericano con hombres como Arturo Vidal, Alexis Sánchez, Mauricio Isla, Gary Medel, Marcelo Díaz y Claudio Bravo. El relevo descansa en Charles Aránguiz, Felipe Gutiérrez, Jeisson Vargas, Ángelo Henríquez y Nicolás Castillo, entre otros talentos.

La Roja debe persistir en las señas de identidad que han forjado su sello distintivo en la cancha. En la actualidad es un conjunto temible, incómodo para cualquier rival del globo se llame como se llame, y lúcido al punto de que por momentos parece un equipo de club debido a que sus jugadores se conocen porque vienen trabajando juntos desde hace mucho tiempo. A nivel de selecciones es muy difícil encontrar otro equipo que, como Chile, se mueva con automatismos aprendidos.

De lo que haga Chile frente a Paraguay el 1 de septiembre en Asunción, y ante Bolivia el 6 de ese mes en Santiago, va a depender que la selección se mantenga en la privilegiada ubicación en a que se encuentra. Posición que incluso habilita a aumentar el cachét del equipo en compromisos internacionales. Pizzi tiene mimbres suficientes para afirmar a la selección en la idea que la ha llevado hasta aquí.