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El equipo imaginario

BUENOS AIRES -- Los representantes legales de Lazio anunciaron acciones contra la AFA, a la que culpan por la inesperada renuncia de Marcelo Bielsa.

El rosarino dio un portazo intempestivo porque las autoridades del club romano no cumplieron con su compromiso de reforzar el equipo en forma conveniente. Pensaron que Bielsa lo iba a dejar pasar –qué poco lo conocen–, pero el Loco no toleró el incumplimiento del pacto.

Ahora, a falta de mejores excusas, Lazio recurre al argumento menos verosímil para justificar su falta: la AFA habría inducido a Bielsa a renunciar para ocupar el cargo de entrenador nacional que dejó vacante Martino. Tal versión ignora tanto las pautas de conducta del entrenador como la realidad de la AFA.

El fútbol argentino no tiene conducción. En el limbo entre la retirada a medias de Luis Segura y el comienzo de la gestión normalizadora monitoreada por la FIFA, nadie tiene potestad ni ganas de prever el rumbo del seleccionado nacional.

El torneo de primera división será reformulado por los dirigentes que ven en la Superliga un botín apetecible. Hablan como aves rapaces del ecosistema financiero más que como pioneros de la modernización de un deporte profesional (rol que supuestamente vienen a jugar).

Pero la Selección, que quedará a cargo de AFA y no de los gerentes de la Superliga (al igual que las divisionales menores del ascenso), no forma parte de ningún plan. De hecho –y aunque parezca una aseveración apocalíptica–, no existe. El Vasco Olarticoechea se hizo cargo del equipo olímpico porque era el único que quedaba. No había otro DT con contrato vigente (estaba dando una mano en la Sub 20). Esto no dice nada de sus méritos sino de la irresponsabilidad institucional para afrontar la competencia deportiva más importante del mundo.

En cuanto a la Selección mayor, Segura aclaró hace unos días que no están buscando reemplazante para Martino. La razón es simple: nadie tendría autoridad para elegirlo ni para firmarle el contrato.

Mientras, para agitar el avispero, la prensa tira nombres improbables y alguno que otro se autoproclama para la sucesión. Lo cierto es que la Selección carece de conducción política y deportiva. No hay condiciones, por lo tanto, para realizar una convocatoria de futbolistas.

La renuncia de Messi (ahora sometida a revisión) quizá haya sido un gesto ocioso, toda vez que el equipo nacional ha sido desactivado de facto.

Por deserción masiva. Por la virtual disolución de la AFA, donde sólo se mantiene en pie la disputa por el dinero de la liga local, que de súper sólo tiene la ambición.

En un mes y medio siguen las Eliminatorias (¿se acuerda?). Argentina enfrentará a Uruguay y a Venezuela, en septiembre. Tal vez aún siga Olarticoechea y deba lidiar en la emergencia para conformar un plantel.

A juzgar por lo que ocurre en AFA estos días, no parece el peor escenario.