Fútbol Americano
Nicolás Baier 7y

Cambio de época para Argentina

El problema estaba ahí. Visible. Latente. Y no lo pudimos ver. O no lo quisimos ver.

Tal vez será por esa enorme capacidad de reinventarnos, de salir a flote, de resurgir de las cenizas. O quizás por esa costumbre de confiar en la magia. Un optimismo muchas veces desmesurado.

Pasó una nueva doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas y Argentina sigue en zona de repechaje. A la magra cosecha de dos puntos sólo la salvó una serie de resultados beneficiosos de los rivales directos camino a Rusia 2018.

Pese a la evidente falta de ambición que mostró la Selección en el tramo final de su visita a Uruguay, la sensación era de tranquilidad. Claro, se daba por descontada la victoria frente a Venezuela en el Monumental. Grosero error.

Ahí radica la miopía que envuelve hoy por hoy a la Albiceleste. Todavía no se advirtió el cambio de época. Y hablamos de cambio de época porque no se trata de una época de cambios, en la que se da todo de forma inesperada.

No es casual que Argentina haya pasado 11 de las 16 fechas fuera de la zona de clasificación directa. Tampoco que cuente con la menor cantidad de goles a favor de las últimas seis Eliminatorias. ¿A qué equipo que tiene tres técnicos distintos en un mismo torneo le puede ir bien? Y encima responden a libritos diferentes...

El primer tiempo contra Venezuela dejó un buen sabor. Se buscó por todos los medios, se generaron muchas chances y sólo faltó el gol. En el complemento sucedió totalmente lo contrario. Se apagó la intensidad, se dejó crecer al rival y hasta hubo que salir a levantarse del mazazo que significó el 0-1. Según admitió el propio Sampaoli, después del gol prevaleció la confusión.

Preocupa la imagen final que dio el equipo. Volvió el bloqueo, la inseguridad. Reaparecieron los fantasmas. El aspecto anímico y psicológico no puede despegarse de este grupo de notables futbolistas. 

Difícil no confundirse cuando se mezcla la urgencia con la obligación. Imposible no fallar cuando se tiene tan poco trabajo con una idea tan distinta a la anterior y cuando los intérpretes tienen tan poco roce con la celeste y blanca.

En el segundo tiempo se volvió a ver al Messi solitario. El único capaz de juntar cinco marcas y salir airoso. El que pese a los cambios sigue sin encontrar a sus socios futbolísticos.

Salvo por Romero y Leo, titulares indiscutidos hace rato, Argentina está en una época de cambio. Sigue sin consolidar un defensor central ni a sus acompañantes. No tiene un caudillo en mitad de cancha. Rota entre los delanteros que rompen redes en Europa y ahora suma al goleador del fútbol argentino, sin lograr contundencia.

Los que parecían partidos fáciles, ya no lo son. Se perdió de local ante Ecuador y Paraguay. Se empató contra la Albirroja en Asunción y frente a Venezuela en Mérida. Los rivales humildes dejan la vida contra Argentina y últimamente salen victoriosos. No se gana más "con la camiseta". 

A la salida del estadio de River, caminando por la avenida Udaondo, un resignado joven le dijo a su amigo: "Al menos me ahorro la plata que iba a gastar en el viaje a Rusia". 

Futbolistas e hinchas comparten sentimiento. La suma de todos los miedos.

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