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Violencia impide jugar el clásico Panathinaikos-Olympiakos

ATENAS -- El clásico del fútbol griego entre el local Panathinaikos y Olympiakos fue pospuesto luego que los hinchas del conjunto anfitrión se enfrentaron con la policía y arrojaron bengalas a los jugadores de Olympiakos cuando ingresaban a la cancha.

El árbitro Andreas Pappas esperó media hora tras la hora inicial prevista el sábado, pero eventualmente determinó que no era seguro jugar.

Aunque deploró la violencia, Panathinaikos se opuso a la decisión. El presidente del club, Yiannis Alafouzos, indicó en un comunicado de prensa que renunciará a su cargo en una reunión de emergencia de la directiva del club, convocada para el domingo.

"Mi intención es renunciar. Le propondré a la liga que considere si Panathinaikos deba continuar en la liga", declaró Alafouzos, uno de los principales dueños de medios de comunicación en Grecia.

A primera hora, el club emitió un comunicado en el que cargó la culpa a "2 o 3 tontos" por lanzar las bengalas, pero también criticó al árbitro por "una decisión completamente errónea e irresponsable" que generó más violencia.

Lo más previsible es que Panathinaikos pierda el partido, dependiendo del informe del árbitro. También se expone a que le quiten puntos, multas y tener que disputar a puertas cerradas varios partidos de local.

Para poder salir del estadio en el centro de Atenas, Olympiakos tuvo que esperar dos horas después de la cancelación del partido, ya que la policía debió asegurar que era seguro transitar por las calles adyacentes.

No se permitió el ingreso de hinchas de Olympiakos al partido. Es habitual en el fútbol griego que no se permita la presencia de simpatizantes de los equipos visitantes.

Olympiakos lidera la liga con 10 victorias en igual número de fechas, con el escolta Panathinaikos ocho puntos detrás. El tercero Asteras, que venció 1-0 a Atromitos, se ubica nueve puntos detrás.