Impuso su estilo

RIO DE JANEIRO (EFE) -- El argentino Darío Conca guió la victoria por 4-1 del Fluminense sobre el Alianza Atlético peruano, en un partido durísimo que terminó con cuatro expulsados y que llevó a los brasileños a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Los peruanos vieron tres rojas por la dureza de sus faltas, lo que les impidió cualquier posibilidad de reacción ante un Fluminense que se creció con espacios, con Conca en el timón.

Conca anotó el primer gol de falta y dio pases decisivos en los tres tantos siguientes, cuajando una de sus mejores noches esta temporada, que sirvió para levantar el 2-2 de la ida y clasificar a su equipo a cuartos, fase en la que espera la Universidad de Chile.

Desde el comienzo del partido, la apuesta del Fluminense fue superar a su rival con la pelota en el suelo, jugando al toque, intentando demostrar un fútbol de calidad y con tranquilidad.

Pero el guión del encuentro sufrió un sobresalto inesperado cuando Fabinho tocó el balón con la mano en el área, bajo la atenta mirada del árbitro Sergio Pezzotta, que concedió penal.

La máxima penalidad fue ejecutada por Marcio Valverde, con un tiro raso y por el centro, que entró mansamente después de que el arquero Rafael se tirara a la derecha intentando adivinar la trayectoria del balón.

El local no se arrugó y continuó tocando el balón sin prisas, manteniendo el orden, pero enfrentando una defensa rival cada vez más cerrada y que respondía con más violencia a los ataques brasileños.

A raíz de una entrada fuerte al borde del área, el Fluminense logró el gol del empate, gracias a Conca, que imprimió mucho efecto al balón y lo alojó en la escuadra, lejos del alcance de Carlos Laura.

Para parar la escalada de violencia, el colegiado argentino mandó a los vestuarios, justo antes del descanso, a Marcio Valverde y a Luiz Alberto, después de que intercambiasen empujones, patadas y hasta un puñetazo lanzado al aire.

Sin embargo, los peruanos prosiguieron con su táctica de tratar de frenar al rival a base de patadas, lo que les acabaría costando caro.

Al comienzo de la segunda mitad, el Alianza Atlético sufrió tres mazazos consecutivos.

Primero, el segundo gol del "Flu", que anotó Alan después de recibir una asistencia de Conca y de driblar al arquero rival en el área, y, acto seguido, la expulsión de Rubén Mori y de Rafael Farfán, por cometer sendas faltas desmesuradas.

El conjunto peruano quedó con ocho hombres con más de media parte por delante, situación que no tardó en aprovechar Adeílson, que anotó el tercero después de tirar una pared con Conca.

De nuevo el argentino dio un gran pase, que dejó solo a Marcinho para que se la cediera en el área pequeña a Adeílson, que tan solo tuvo que empujar el balón para redondear la goleada.

Este partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana se jugó en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, ante 10.000 espectadores.