Chivas queda fuera de la Concacaf en presencia de Cruyff

GUADALAJARA (Omar Fares/ESPN.com) -- El duelo Chivas ante Xelajú representaba más que tres puntos. Era el boleto a la siguiente fase de la Liga de Campeones de la Concacaf. Pero sobre todo era aprobar su actuación ante la mirada del asesor del Club Guadalajara, Johan Cruyff.

El holandés hizo acto de presencia desde que el equipo salió a calentar al césped del estadio Omnilife.

Johan platicaba con el técnico John van´t Schip, y luego lo hacía con el Coordinador Deportivo y Administrativo, Marcelo Michel Leaño, mientras el presidente del Club Guadalajara, Jorge Vergara arribaba en solitario y demasiado serio a su palco. Al terminar la sesión de ejercicios, Cruyff subió junto al temperamental directivo.

Seguramente mientras observó los primeros minutos del partido, la ex figura del Barcelona de España tuvo sus dudas acerca de lo que podría suceder en el partido, ya que Xelajú se mostró amenazante en busca del gol que lastimara al Rebaño, sobre todo en su estado anímico que en un principio se notaba en una condición muy tensa porque los de Guatemala se comían el tiempo fingiendo faltas.

Cruyff charlaba con Vergara, y en la banca Van´t Schip se mantenía en calma, se levantaba poco. A un costado suyo, su colega Hernán Medford era el más nervioso, caminaba de un lado a otro de su área técnica, daba indicaciones y hacía aspavientos cada vez que uno de sus jugadores no realizaba el movimiento solicitado.

Todo parecía encaminarse hacia un triunfo cuando Jesús Sánchez abrió el marcador al '43. Cruyff habrá disfrutado del juego de Luis Morales, cuando gambeteó y enloqueció a los defensas guatemaltecos. Y sobre todo cuando anotó el 2-0 al '65, la pantalla del estadio enfocó su festejo en el palco junto con Vergara.

Pero al '79 Alan Alemán congeló el júbilo.

Pese a tener el triunfo de 2-1, Chivas necesitaba una anotación más, porque ambos igualaban en 7 puntos pero con mejor diferencia de goles.

Chivas no sólo perdió tres puntos. Quedó eliminado de la posibilidad de avanzar en una zona debilitada en Concacaf, y ante la mirada fría de Cruyff y Vergara que debieron tolerar la celebración del Xelajú en su propia cancha.