Rosario Central superó por 3-2 a Atlético de Rafaela, de visitante

RAFAELA (DyN) -- Las atajadas de Mauricio Caranta, especialmente en la primera etapa, y la inteligencia que mostró el uruguayo Sebastián Abreu a lo largo de los 90 minutos para leer el juego, fueron las claves en las cuales se asentó la victoria que Rosario Central consiguió hoy sobre Atlético Rafaela por 3 a 2.

Abreu, de penal, a los 28 minutos del primer tiempo, puso en ventaja a Central, mientras que Lucas Albertengo, a los 29 del complemento, estableció el empate parcial, el cual fue quebrado por los goles de Franco Niell, a los 33, y Paulo Ferrari, sobre los 43, y Diego Vera, desde los doce pasos, a los 50, puso el 3 a 2 definitivo.

Rafaela finalizó partido con 9 jugadores, a raíz de las expulsión de Rodrigo Erramuspe (27 minutos del primer tiempo), y Adrián Bastía (45 del segundo).

Con los tres puntos conseguidos este miércoles, Central reúne 22, y se acerca a la punta del campeonato; mientras que Rafaela se avecina peligrosamente a los equipos que se encuentran en zona de descenso.

El partido habrá que dividirlo en dos segmento. En el primer tiempo Rafaela, aún sin ideas clara, fue el principal protagonista del encuentro, pero tuvo dos grandes obstáculo que no supo saltar: la gran labor de Caranta, quien al menos evitó tres goles, y la impericia de los atacantes de Rafaela.

En esos primeros 45 minutos, Central que estaba para perder, se encontró con el gol, inmerecidamente.

El complemento fue el tiempo de Central. El equipo rosarino sufrió durante los primeros 5 minutos (en ese lapso Albertengo se perdió un gol y Caranta le tapó el empate a Vera), pero después se manejó con inteligencia y con el contraataque pudo definir el partido.

Como le sucediera a Atlético en la primera parte, en el mejor momento de Central, los rafaelinos consiguieron el empate, a través de una estupenda definición de Albertengo.

Cuando llegó al empate, Rafaela cometió el error de creer que el partido estaba liquidado, y Central se lo hizo pagar caro. Con dos contraataques, en los cuales siempre estuvo presente Abreu, llegaron los goles de Niell y Ferrari para justificar una victoria que en algún momento fue injusta.