Barcelona celebra el título con empate que salva al Deportivo

BARCELONA (Jordi Blanco, corresponsal) -- Campeón el Barça y en el alambre el Deportivo, la Liga se despidió en el Camp Nou de una forma que nadie habría imaginado cuando al cuarto de hora de la segunda mitad el equipo de Luis Enrique dominaba por 2-0 en el marcador y los gallegos estaban sentenciados en el descenso.

Entregado durante más de una hora, hundido, deprimido y hasta desaparecido, el Deportivo pasó de ser un convidado de piedra en la fiesta azulgrana a celebrar su salvación gracias a la inyección de ambición que le supuso la entrada de Oriol Riera en el campo. Lucas Pérez y Diogo Salomao obraron el milagro y seguirá en Primera el Deportivo. En una Primera División que desde el mes de enero se dibujó en azulgrana.

La despedida de Xavi y la fiesta del título congregó en el estadio azulgrana a 93.742 aficionados, la tercera mejor entrada de la temporada por detrás solamente de los partidos que enfrentaron al equipo azulgrana con el Real Madrid (98.760) y Bayern de Múnich (95.369) en una feliz tarde que llevó la fiesta de las gradas, con el mosaico dedicado al capitán, al césped, donde un Barça a medio gas y repleto de novedades se despidió del campeonato con más alegría que juego. Y eso que no parecía que la tarde fuera a acabar como acabó.

Cuatro minutos duró la resistencia del Deportivo. A la que lanzó su primer corner a favor recibió un gol en contra, el 1-0 de Messi, en un contragolpe supersónico que mostró el dominio de todos los registros que disfruta el equipo de Luis Enrique. Parecía, de no saberse la circunstancia de la jornada, que el Barça precisara ganar y al Deportivo el resultado casi le diera igual.

Dominador absoluto del escenario, el campeón respondía a los ánimos festivos de la hinchada con un juego preciosista, sin arriesgar más de lo necesario y pasándose el balón, ahora con parsimonia ahora con vértigo, ante la impotencia del equipo gallego, que en toda la primera mitad no remató ni una sola vez a puerta mientras el Barcelona lo hizo hasta en diez ocasiones.

De hecho, fue Fabricio quien mantuvo en pie las esperanzas deportivistas, con esa desventaja mínima en el marcador a medida que pasaban los minutos, confiando a un rush final en que cambiase el escenario del partido, yéndose al ataque en busca de un empate que le resultaría salvador.

Nada hacía presagiar que la tarde acabaría como acabó. Antes de llegarse al cuarto de hora de la segunda mitad Neymar le regaló a Messi el 2-0 y el Deportivo se arrodilló. Fin de la historia. Goleaba el Eibar al Córdoba y firmaban el 0-0 Granada y Atlético para condenar al equipo gallego.

Pero Víctor puso en el campo a Oriol Riera y de forma tan inesperada como milagrosa el Deportivo le tomó el pulso a la utopía para igualar el marcador. Empató antes de que el Camp Nou despidiera a Xavi a los 85 minutos, entregada la hinchada a ese capitán que se despidió por la puerta grande, con una nueva Liga en azulgrana.

Y con el Depor, feliz y dichoso por alcanzar, de la manera más insospechada, ese objetivo que parecía imposible de la salvación.