San Lorenzo y Rosario Central empataron y despejaron a Boca el camino al título

BUENOS AIRES (Télam) - San Lorenzo y Rosario Central igualaron hoy 2-2, en el Bajo Flores, en un partido por la 27ma. fecha del torneo de fútbol de Primera División, y el resultado benefició al líder Boca Juniors que, de ganarle mañana al colista Crucero del Norte, sacará una diferencia de seis y siete puntos, respectivamente, con tan solo nueve en disputa.

El equipo que dirige Edgardo Bauza se puso en ventaja a los 15 segundos de juego con un lindo gol de Héctor Villalba; Marco Ruben, el goleador del certamen con 20 gritos, dio vuelta el marcador con sendos tantos, a los 32 minutos del primer tiempo, de penal, y a los 24 del segundo, para el conjunto que conduce Eduardo Coudet; y Sebastián Blanco estableció la paridad final, a los 32 minutos, para el elenco local.

Con este resultado, San Lorenzo, que hace 12 partidos que no pierde de local (9 triunfos y 3 empates), llegó a 55 puntos; en tanto que Central, que ostenta un invicto de 7 jornadas (5 victorias y 2 igualdades), alcanzó las 53 unidades. Y el líder Boca tiene 58.

El conjunto local, a los 15 segundos de juego, se puso en ventaja con un gol de Villalba, después de una gran jugada colectiva, y a partir de ese momento intentó blindar el área de Sebastián Torrico.

Bauza, apeló al 4-2-3-1, para afrontar un partido trascendental y ese tanto le permitió hacer lo que mejor hace: defender bien el cero en su arco y apostar a un contraataque para ampliar la ventaja.

Y sobre los 23 minutos Villalba estuvo cerca de marcar el segundo, pero el delantero no estuvo certero ante la salida de Mauricio Caranta.

A todo esto, Central, con un 4-3-1-2, propuso un juego ofensivo, con mucho fútbol y movilidad, con Giovani Lo Celso como abanderado, aunque falló en el pase final.

Sin embargo, Ruben estableció el empate, a los 32 minutos, de penal. El árbitro Germán Delfino sancionó una supuesta falta de Matías Caruzzo al "nueve" del equipo rosarino, a instancias del juez de línea Hernán Maidana.

El 1-1, pese al controvertido fallo arbitral, puso algo de justicia en el marcador, pero a la vez desató la furia de los jugadores, cuerpo técnico e hinchas locales.

El equipo de Coudet, que se fue expulsado sobre el final de la etapa inicial, buscó aún con mayor insistencia el arco rival en el segundo tiempo y tuvo el gol en dos oportunidades en los pies de Walter Montoya (1m. y 11m.).

El partido, con el transcurrir de los minutos, ganó en intensidad y emotividad, pero perdió en juego, ya que los dos equipos lucharon más de lo que jugaron.

Dentro de ese contexto, Central fue un poco más y Ruben, a los 24 minutos, marcó el 2-1, luego de una gran jugada colectiva.

Pero el conjunto rosarino no supo conservar la ventaja y Blanco, a los 32 minutos, anotó el 2-2, después de una grosera falla de Yeimar Gómez Andrade, que había ingresado por Cristian Villagra.

El final del partido mostró a dos equipos jugados en ataque, hubo alguna que otra jugada de riesgo, pero nada varió y Boca festejó.