Una diferencia que quedará en los libros

BUENOS AIRES (DYN) -- En el partido que se suponía como uno de los más complicados del torneo, Boca Juniors estampó como visitante de San Lorenzo de Almagro un espectacular 7-1 con el que ratificó su notable momento y dejó a su rival sumido en las sombras.

Tres goles de Martín Palermo, dos de Rodrigo Palacio, uno de Neri Cardozo y otro de Andrés Franzoia contra el solitario descuento de Santiago Hirsig, le dieron forma a un resultado que nadie imaginaba y que afirma a Boca en la punta del Torneo Apertura, que ahora detenta en exclusividad.

Además de los destacados Palermo y Palacio, hubo otros jugadores de muy buen nivel como Guillermo Marino, Fernando Gago, José María Calvo y Juan Krupoviesa, que le dieron al líder una fisonomía de equipo seguro y casi sin fisuras.

San Lorenzo tomó la iniciativa y presionó a Boca en los primeros 20 minutos, dejándole muy pocas posibilidades de salir. El equipo de Alfio Basile trataba de quitarle ritmo al juego, pero perdió muy rápidamente la pelota y en ese lapso, prácticamente, no llegó a tres cuartos de cancha.

El local tuvo su primera oportunidad a los 4 minutos tras una mala salida de Daniel Díaz, que aprovechó Ezequiel Lavezzi para llegar al fondo por derecha, ejecutó un centro cabeceado por Osmar Ferreyra, con el paraguayo Aldo Bobadilla descolocado, y salvó en la línea el mismo "Cata", remendando su error.

A los 17 otra vez ganó Lavezzi, quien por entonces desnivelaba continuamente por el flanco derecho y pintaba para gran protagonista. El ex delantero de Estudiantes de Buenos Aires combinó con Roberto Jiménez y el remate del peruano fue rechazado con esfuerzo por Bobadilla.

Parecía que el gol del Ciclón era cuestión de tiempo, pero a los 22 Boca se aproximó por primera vez al área. Marino metió para Palermo, que no alcanzó, pero por detrás apareció Palacio quien, en posición dudosa, quedó solo ante Sebastián Saja, lo eludió y convirtió con zurda.

Entonces comenzó otro partido, porque Boca ganó seguridad en el traslado de la pelota y se encontró con impensados espacios y ventajas.

A los 26 Marino escapó por derecha, sacó un centro bajo, Palacio dejó pasar y Palermo, entrando por detrás, convirtió el segundo.

Seis minutos más tarde, en una acción muy parecida, Cardozo colocó para el pique de Calvo, quien llegó hasta el fondo y cruzó por bajo hacia el medio para una nueva conquista de Palermo, que otra vez apareció por detrás de Palacio. En muy pocos minutos Boca había resuelto gran parte de un clásico que se le había presentado complicado.

A los 38 reaccionó San Lorenzo, cuando otra vez apareció Bobadilla para desviar un cabezazo de Pablo Quatrocchi. Y la última oportunidad para torcer el destino la tuvo Lavezzi en el arranque del segundo tiempo, pero su remate de zurda fue defectuoso ante la salida desesperada del arquero visitante.

Boca, en cambio, no falló. A los 3 minutos jugó corto un corner, San Lorenzo se durmió y Krupoviesa tuvo tiempo para sacar su remate. Saja dio un rebote corto y Palacio puso el 4-0.

Cinco minutos después, Cardozo arrancó en diagonal desde la izquierda, se metió resueltamente en el área y sacó un remate cruzado para vencer por quinta vez a Saja.

San Lorenzo descontó sobre el cuarto de hora, con un cabezazo de Hirsig, luego de un tiro libre de Ferreyra, pero no pudo ir mucho más allá.

El tramo final estuvo de más. Los dos estaban para dar por terminado el juego, pero Boca todavía encontró la oportunidad de marcar dos goles más. Y así estampar cifras catastróficas para San Lorenzo.

A los 40 Krupoviesa rechazó largo, picó Marcelo Delgado, Saja salió de su área y cabeceó corto y Franzoia tocó por arriba para hacer caer la pelota dentro del arco, pese al esfuerzo de Jonathan Bottinelli, que llegó a hacer contacto con el balón, pero no pudo cambiar su rumbo.

De inmediato, Jesús Datolo sacó un centro largo desde la izquierda y por el sector opuesto llegó Palermo para cabecear y establecer el insólito 7-1, marcando a la vez su gol número 150 y estirando a once la serie de triunfos consecutivos.