Boca terminó con un hombre más y sólo empató con San Lorenzo

BUENOS AIRES (DyN) -- Boca Juniors y San Lorenzo protagonizaron en La Bombonera un clásico muy mal jugado en el que ninguno de los dos contó con la menor elaboración de fútbol y el resultado no podría haber sido otro que un elocuente cero a cero.

Boca, con un Juan Román Riquelme que se apagó en el segundo tiempo, careció por completo de profundidad, no tuvo asociaciones ni respuestas individuales y prolongó su presente de absoluta opacidad.

San Lorenzo, que a 20 minutos del final sufrió la expulsión de Leandro Romagnoli y en el tiempo agregado la de Néstor Ortigoza, se apoyó en la solidez del zaguero colombiano Carlos Valdés, contó con la vitalidad de Julio Buffarini y se llevó un resultado que lo mantiene en carrera, pero a la hora de generar ofensiva también se perdió en su mediocridad.

En un primer tiempo que resultó muy poco interesante, Boca se situó en campo del adversario, mientras que San Lorenzo esperó atrás para salir de contraataque.

La circulación del equipo local comenzó siendo prolija, con la conducción de Riquelme muy lejos del área rival, por lo que San Lorenzo con eficaces aportes de Valdés, en el fondo, y de Ortigoza, en el medio, no sufrió sobresaltos.

La mejor jugada de ataque de Boca ocurrió en el minuto 15 y la manejó Riquelme con cesión para la llegada por derecha de Emmanuel Gigliotti, quien remató muy desviado. San Lorenzo encontró espacios para salir, pero le faltó resolución en el campo del oponente, aunque contó con tres aproximaciones importantes.

A los 22 minutos hubo un remate de Juan Mercier que controló Agustín Orion; a los 29, se vio un cabezazo desviado de Santiago Gentiletti, tras tiro libre de Romagnoli, y la más profunda, a los 43, en una acción correctamente manejada por Angel Correa, con pase a Ignacio Piatti, quien llegó hasta el área, enganchó hacia adentro y desde una posición muy favorable disparó desviado.

Boca tardó media hora en volver a acercarce a Sebastián Torrico y a los 45 un centro de Riquelme lo cabeceó Gigiotti muy por arriba del travesaño.

Los 15 minutos iniciales del segundo período se jugaron muy lejos de las áreas y la primera acción de interés recién llegó en el minuto 18, cuando se apreció una aparición de Romagnoli por derecha cruzando hacia el medio la pelota que rechazó Orion.

La mejor escena para Boca ocurrió a los 23, en un contraataque que comenzó Claudio Riaño y continuó Riquelme, quien con una apertura hacia la derecha buscó a Cristian Erbes, que se apuró al rematar y rechazó Torrico.

De inmediato, Correa se le escapó a Daniel Díaz, quedó solo ante Orion, pero demoró la definición y prevaleció el arquero. A los 25 Romagnoli, de desempeño destacada hasta entonces, se ganó la expulsión con un golpe desde atrás y dejó condicionado a su equipo.

El anfitrión trató de hacerse más ofensivo con el ingreso de Luciano Acosta por Hernán Grana y en su primera intervención el juvenil colocó una buena entrega para Riaño, cuyo remate tapó Torrico y, a continuación, Gigliotti, de cabeza, la dejó en las manos del guardavalla.

Los avances de Boca eran totalmente desordenados, pero, a los 45, Riaño quedó en buena posición ante Torrico y no logró resolver porque lo desplazó lícitamente Buffarini y el balón le quedó al guardameta.

Tras ser expulsado Ortigoza por doble amonestación en el cuarto minuto agregado, a Acosta le quedó un rebote y el remate lo sacó al córner Torrico, y esa fue la última escena del clásico.