Boca empató con Fluminense sobre la hora y pasó a semis

RIO DE JANEIRO (DyN) -- Boca Juniors se clasificó semifinalista de la Copa Libertadores de América porque le empató sobre la hora 1-1 al Fluminense el desquite que se realizó en el Estadio Joa Havelange, en Río de Janeiro, ante más de 36.000 espectadores.

El uruguyao Santiago Silva hizo el agónico gol de la clasificación porque recogió el rebote en un poste tras un envío cruzado de Diego Rivero y un manotazo desesperado del arquero.

En el primer tiempo, el gol de los tricolores lo aportó Carletto, de tiro libre, favorecido por un desvio en Rivero que terminó de descolocar a Agustín Orión. El xeneize logró el boleto deseado porque se impuso en el primer encuentro por 1-0 en La Bombonera.

De ninguna manera se tornó fácil para los auriazules pasar el obstáculo carioca, porque fueron superados en la primera parte, no sólo en el tanteador, y en el segundo segmentó soportaron un dominio territorial y les costó mucho disponer de la pelota.

Es más, el equipo de Julio Falcioni estuvo a minutos de tener que resolver la serie en el desempate desde el punto del penal.

El primer capítulo de Boca fue pobrísimo, fundamentalmente porque resultó incapaz de conseguir el balón. No lo tuvo ni lo recuperó.

En la mitad de la cancha, el talentoso Juan Román Riquelme fue anulado y en el conjunto xenieze nadie se mostró capaz de aportar ideas o extender un puente para comunicarse con los delanteros.

En cuanto a los atacantantes, esta vez tanto Darío Cvitanich como el uruguayo Darío Silva tuvieron un desempeño intrascendente.

Sin llegar a ser una muralla, lo mejor de Boca en la ocasión se vio en el fondo, apuntalado por la experiencia, la fuerza y la personalidad de Rolando Schiavi.

Para peor, en la escena del gol de los brasileños, el esférico tomó un efecto raro tras pegar en el Rivero y terminó por meterse junto a la base del poste derecho de un Orión que demoró su reacción, aunque es verdad que se hallaba tapado por compañeros y extraños.

En la etapa decisiva, el Flu siguió con el control del útil, pero le faltó claridad y penetración para completar la tarea.

Orión cerca de su parante derecho tapó un envío exigente en una de las escasas llegadas netas de los anfitriones en esa segunda mitad.

Falcioni congeló más de la cuenta el ingreso de Pablo Mouche para revitalizar las réplicas y también se hizo esperar la entrada de Juan Sánchez Miño por Cristian Erbes.

Por eso Boca en determinado momento Boca estaba entre ser víctima del Flu o de poner sobre la mesa la respuesta irreversible que le permitiera eliminar a su adversario. La tercera alternativa era el cara a cara desde la corta distancia.

Pero Silva ganó en el área en un acierto aislado y le permitió a Boca dar un paso gigantesco en el sueño copero. Un sueño copero, que, más allá de esta producción despareja, por supuesto que tiene sustento.