Con una Pulga salvadora

BARCELONA (EFE) -- Un tanto de Leo Messi en el minuto 91, permitió al Barcelona empatar el clásico español ante el Real Madrid. El argentino, que firmó los tres tantos de su equipo, equilibró un partido que se le había puesto muy cuesta arriba a los azulgrana después de la expulsión de Oleguer Presas y el tanto de Sergio Ramos en el minuto 73.

Con 2-3 y el Barça jugando con diez, Messi, que disputaba su primer clásico en el Camp Nou, igualó el partido después de recibir un pase de Ronaldinho, superar a Iván Helguera y Sergio Ramos y batir a Iker Casillas de un zurdazo. Todo ello en el minuto 91.

Los barcelonistas, cuando jugaron once contra once, fueron superiores futbolísticamente, a pesar del 2-2 que se registró en el descanso. El desgaste físico de los locales, tras jugar la mitad del partido con diez jugadores, fue decisivo y el Real Madrid desaprovechó una ocasión de oro para llevarse la victoria y mantenerse con opciones en la Liga.

El primer tiempo, jugado a gran ritmo y en el que se consiguieron cuatro tantos, no tuvo nada que ver con el segundo; en el que el Madrid acechó el área azulgrana y se adelantó en el marcador antes de que apareciera Messi.

La falta de fiabilidad de ambos equipos quedó reflejada antes del cuarto de hora inicial. En 13 minutos, ya se habían conseguido tres goles, dos del Real Madrid y uno del Barça en un generalizado desbarajuste, especialmente por parte de los locales, que regalaron el primer tanto, en un error de Thuram, y encajaron el segundo de penal, tras una acción de Oleguer sobre Guti. En ambas ocasiones, decidió van Nistelrooy (m.5 y m.13).

La locura se instaló en el Camp Nou en el arranque. El Barça jugó con fuego. Rijkaard puso en práctica un agresivo 3-4-3, el mismo sistema que le hizo ganar en Zaragoza y en Liverpool, aunque no para seguir adelante en la 'Champions'. El Real Madrid, con un 4-4-2, tuvo en Guti a su luz. El madridista jugó a placer en los primeros minutos, cosa que aprovechó su equipo para adelantarse dos veces en el marcador.

El tanto inicial de van Nistelrooy fue de típico cazagoles. Se encontró con un mal rechazo de Thuram en el borde del área y no tuvo problemas para decidir. El empate llegó tras una perfecta conexión entre Eto'o y Messi, uno de los más destacados el sábado. El argentino sorprendió a Casillas y equilibró el marcador en el minuto 11, pero un minuto después Guti fue derribado en el área en un indiscutible penalti, van Nistelrooy volvió a poner a su equipo por delante (1-2) en un impensable arranque.

En cuanto la mejor versión de la tripleta Ronaldinho-Eto'o-Messi hizo su aparición, en cuanto Iniesta y Xavi templaron el juego, el Barça creció. Le costó un cuarto de hora equilibrar el partido. Fue en una jugada entre Eto'o y Ronaldinho que Casillas desbarató inicialmente, pero Messi, muy atento, equilibró el partido (2-2) en el minuto 28.

Desde ese momento y hasta el final del primer tiempo, poco antes de que Oleguer fuera expulsado por doble amonestación, los azulgrana mostraron su mejor fútbol y acumularon tres buenas ocasiones para desequilibrar el partido.

Messi, que fue una pesadilla para Torres, tuvo una ocasión clara, pero falló sólo ante Casillas en el minuto 32. En el 39, Eto'o no pudo remachar en la boca del gol, en una jugada en la que se interpuso Michel Salgado, e Iniesta remató con intención en el 44.

El Real Madrid, que sufrió mucho, tuvo una única llegada por medio de Higuaín (m.38). La expulsión de Oleguer (m.45), después de que viera la segunda amarilla por una entrada a Gago, cambió absolutamente el decorado con vistas al segundo tiempo, que se inició con la sustitución de Eto'o por Sylvinho para equilibrar el equipo.

Con un futbolista más, el balón fue para el Madrid. Apareció Higuaín, que tuvo más presencia como media punta y fue el protagonista de las dos primeras aproximaciones de su equipo (m.48 y m.50).

El partido ya no tenía la velocidad de crucero. El Barça esperaba, sin tantas armas, y el Real Madrid no desesperaba y aguardaba su oportunidad, en un juego de nervios. Y la ocasión de los de Capello llegó y no una, sino tres claras de Van Nistelrooy en tres minutos, del 65 al 68.

En las tres, Valdés estuvo soberbio. En la primera, el holandés se fue de Puyol, encaró al meta y éste salvó en una intervención de mérito. Tampoco van Nistelrooy pudo batir al portero azulgrana en un remate cercano, ni en una tercera acción en el minuto 68.

Pero nada pudo hacer en el 73, cuando un remate de Sergio Ramos de espaldas a portería supuso el 2-3 después de una falta sacada por Guti y rematada por el central madridista.

A partir de entonces, el Barcelona echó el resto y tuvo un par de llegadas, por parte de Márquez y de Iniesta, pero las contras del Madrid crearon mucho peligro. En el minuto 91, en una de las escasas jugadas ofensivas azulgranas, Ronaldinho conectó con Messi y el argentino firmó la jugada del partido y la rúbrica de su magnífica intervención.

Regateó a Helguera, superó a Sergio Ramós y batió a Casillas de un tremendo zurdazo. Fue el 3-3, un resultado que, visto el desarrollo, del partido tiene más valor para los azulgrana que para el Real Madrid.