Una fiesta Merengue

BILBAO -- Un Real Madrid plagado de suplentes en su alineación titular apabulló el sábado en San Mamés al Athletic Club, al que batió por 0-3, con dos 2 goles de Kaka de penal y un tercero de Cristiano Ronaldo, aprovechando el estado de excesiva excitación con la que ha saltado el conjunto rojiblanco al terreno de juego.

El equipo blanco ha decidido el choque en sendos penales, los dos a Di María, el primero de Iraizoz y el segundo de Castillo, pero bien pudo hacerlo al contraataque si hubiese aprovechado la cantidad de contras de las que dispuso ante la meta local. Jugadas parecidas en su concepción al 0-3 marcado con clase por Cristiano tras recibir de Granero.

El Madrid sale de Bilbao con el objetivo de no perder más puntos respecto al Barcelona de cara al gran clásico del fútbol español de la próxima jornada; el Athletic, en un mal partido, no ha podido lograr su pretensión de apuntalar la plaza europea en la que ha comenzado la temporada.

Fue casi revolucionaria la alineación del Madrid. Con buena parte de sus estrellas de inicio en el banquillo (Ronaldo, Xabi Alonso, Ozil, Marcelo, Adebayor y Carvalho), Jose Mourinho puso sobre el tapete de La Catedral un once que parecía que muy defensivo, once en el que Pepe actuaba de medio centro junto a Lass y Granero y Kaka hacía de enlace con Di María, el jugador más decisivo del choque, e Higuaín.

En el Athletic, al final pudo jugar Muniain y Gurpegui salió en la banda derecha. No le salió bien ese matiz táctico a Caparrós ya que Gurpegui fue rápidamente amonestado y relevado tras el descanso.

El equipo bilbaíno decidió ir a por el Madrid desde el principio y pagó cara su osadía con continuos balones a la espalda de la defensa que dejaban continuamente a delanteros visitantes ante Iraizoz. El meta navarro solventó varios de ellos, pero en uno ante Di María en el minuto 12 realizó un penalti clarísimo. Kaka ejecutó con solvencia desde los 11 metros.

A partir de ahí, el choque entró en un estado de excitación del que el Madrid sacaba más partido que el Athletic, muy descontento, como la grada de San Mamés, con el arbitraje.

Se fueron sucediendo las ocasiones ante Iraizoz, de Higuaín, Di María e Higuaín, pero el Madrid no lograba el 0-2 que se mascó en varias oportunidades. Pudieron pagarlo los blancos porque el Athletic gozó de dos ocasiones, de Gurpegui y Toquero, antes del descanso.

De vuelta de vestuarios, un segundo penal a Di María, en esa ocasión de Castillo, desniveló definitivamente el encuentro, una vez transformado de nuevo por Kaká. Fue bastante más discutida esa segunda falta máxima, que cabreó a San Mamés. La grada se dirigió entonces hacia el palco gritando el ya conocido grito de "Así, así, así ganó el Madrid".

Fue el canto del cisne de un encuentro que cerró Ronaldo con una gran jugada, perfectamente parida por Granero y bien rematada, con quiebro incluido, por el portugués.

De ahí al final, más opciones a la contra del Madrid e incapacidad del Athletic, muy por debajo de su rendimiento habitual en este tipo de partidos, aunque acabe, como este sábado, perdiéndolos con claridad.