Argentina se despidió del país con una goleada

BUENOS AIRES -- El seleccionado argentino de fútbol se despidió con una dulce goleada en un Monumental colmado sobre la débil Canadá por 5-0 que será el último partido preparatorio para el Mundial de Sudáfrica. Los más de 50 mil espectadores que llegaron hasta la cancha de River Plate se fueron sin poder ver a Lionel Messi, a quien a último momento se le reflotaron dolores por el golpe del viernes.

Pero en cambio la gente tuvo en cancha a Carlitos Tevez, que volvió a seducir al público, corriendo, metiendo, por izquierda y por derecha, recorriendo el frente de ataque ante la ausencia de Messi, asistiendo a Maxi Rodríguez para el segundo gol y marcando el cuarto tras una jugada de Gonzalo Higuaín.

Su salida del campo, a los 25 minutos, al ser reemplazado por Sergio Agüero, fue un estruendo monumental. Es que Carlitos cumplió con aquello de que buscará ganarse un lugar como titular.

Para que quede claro qué fue para Maradona este partido hay que considerar la cantidad de cambios que produjo, y para darse cuenta de que esto era más un espectáculo con interacción del público metió a Martín Palermo cuando desde las tribunas lo pidieron.

Si de algo sirvió este partido fue para que los jugadores vayan tomando ritmo, de encontrarse con equipos super defensivos, aunque en Sudáfrica seguramente chocarán con formaciones que tienen algo de idea de lo que es el fútbol.

Dos veces solamente y a los ponchazos Canadá se acercó al arco defendido por el aburrido Sergio Romero. Una fue por un tempranero error de Nicolás Burdisso, quien seguramente no será titular en el debut ante Nigeria y que se la vio fea ante Johnsson, aparentemente de lo mejorcito de los canadienses, y luego un titubeo entre Gabriel Heinze y Nicolás Otamendi en el único hilván de juego que lograron De Rosario y Johnson.

Tevez cumplió, Higuain se mostró como asistidor, Angel Di María muy recluido por izquierda y que dio muestras que si se mete por el medio puede dar más, tal como lo mostró con el disparo de tres dedos que se metió en el ángulo del arquero Onstad.

Maxi Rodriguez se vio beneficiado porque al jugar Jonás Gutierrez, se tiró al medio y contribuyó al juego, además de aportar con los dos goles, el primero, de tiro libre tras una jugada lucida de Javier Pastore que obligó a Hastings a bajarlo en la puerta del área y luego con una macana defensiva que aprovechó Higuain, la siguió Tevez y Maxi convirtió.

Que valió la pena probar es cierto y si Canadá no es medida, no hay más que hacer. En todo caso sirvió para ver cómo funciona el ataque cuando hay línea de tres, pero la defensa, tal vez el punto más discutido en el equipo, no tuvo exigencia alguna.

Y siguió la despedida en el espectáculo. Entró Sergio Agüero por Tevez y en la primera que agarró por izquierda dribleó, se metió en el área y cruzó para el quinto gol.

Si algo faltaba fue acercar a Ariel Garce, el futbolista en el que más dudas tiene el público, lo metió en cancha en los últimos minutos. Al fin y al cabo fue una despedida cargada de deseos. En Sudáfrica se verá si podrán cumplirse.