Irlanda del Norte sorprendió a Rusia

DUBLÍN (EFE) -- La selección de Irlanda del Norte dio el miércoles la sorpresa en Belfast al derrotar a Rusia (1-0), segunda del Grupo F de clasificación para el Mundial de Brasil 2014, con una lección de fútbol directo y desenfadado, personificado en su delantero Martin Paterson, que anotó su primer gol como internacional.

Mal empezó la jornada para el entrenador de Rusia, el italiano Fabio Capello, que tuvo que ser desalojado por la mañana del hotel después de que unos turistas japoneses activasen con el humo de sus cigarrillos la alarma.

Y mal acabó en el estadio Windsor Park, donde los visitantes perdieron la oportunidad de desplazar a Portugal de la cabeza del grupo de clasificación con una decepcionante actuación.

Sin opciones ya de alcanzar siquiera un puesto de repesca y plagados de bajas, Irlanda del Norte solo tenía la misión de congraciarse con su afición después de una paupérrima trayectoria, saldada hasta hoy con tres empates y dos derrotas en su camino hacia Brasil.

Un empate o incluso una derrota honrosa ante Rusia hubiese bastado para lavar la imagen del equipo.

También la del entrenador, el irlandés Michael O'Neill, que no había ganado ninguno de los nueve encuentros disputados desde que accedió al cargo en diciembre de 2011.

Con un equipo joven, Irlanda del Norte plantó cara a la escuadra de Capello desde el primer minuto, disponiendo de más y mejores oportunidades durante la primera mitad ante una Rusia demasiado relajada.

El juego de los "verdes" quedó bellamente retratado en la jugada del gol, al filo del descanso. Un balón largo que recogió Nial McGuinn casi en el banderín de córner lo centró a bote pronto para que Paterson, que entraba como un ciclón en el área, fusilase al portero con un cabezazo impecable.

No funcionaba el plan de Capello, que volvió a prescindir de hombres como Andrey Arshavin o Roman Pavlyuchenko para dar entrada en punta al veterano Aleksandr Kerzhakov.

Le cambió nada más comenzar en segundo acto, al tiempo que también dio entrada al joven del Real Madrid Denis Cheryshev para atacar por la banda.

Así lo hizo el canterano merengue nada más tocar la bola, pero siete minutos después debía volver al banquillo lesionado.

A partir de ahí, Rusia se fue degradando aún más, poco a poco, hasta el punto que apenas contabilizó tiros entre los tres palos hasta el final de un encuentro que se recordará durante muchos años en Belfast.