Chivas y América dividen puntos al empatar a un gol en el Clásico

Mexsport

GUADALAJARA (Iván Cañada/ESPN.com.mx) -- El deseo de ganar era directamente proporcional a la ilusión de un Omnilife ávido de triunfos. El Guadalajara no lo dejó de intentar, pero se topó con una pared amarilla difícil de vencer. El esfuerzo valió para una igualdad de anotaciones que el América así lo quiso o al menos dio muestra de así desearlo, aun cuando fue arriba en el marcador buena parte de la batalla.

Chivas es un equipo que parece muy cómodo cuando tiene que jugar con un marcador en contra. La razón, siempre tiene la calma para buscar remontar o por lo menos no dejar derrotas en el camino. EL Rebaño se ha convertido en un equipo que cuando se trata de remar contracorriente, sabe responder a la perfección.

Cabeza fría, balón en los pies e ideas claras. El Guadalajara no lo ha hecho ni una ni dos veces en lo que va de esta temporada. Cuando se va abajo en el marcador, nunca pierde la esperanza ni el espíritu de lucha. En un torneo en el que empezaba desde abajo en la tabla porcentual se acostumbró a las adversidades y las supo superar.

Y si el rival se lo permite, todavía es más sencillo. Mientras América renunció al ataque buena parte del partido, el Guadalajara hizo todo por mostrar que quería los tres puntos o al menos que no vendería nada barata la derrota. Con el apoyo de su gente, que agotó las entradas desde hace unos días, el Rebaño tenía bien presente que una caída no entraba dentro del presupuesto.

El problema fue que las respuestas tardaron un poco en llegar, pero mucha parte de ello fue por el planteamiento americanista, el más cauteloso que se le ha visto con Gustavo Matosas al frente. El uruguayo dejó de pensar en atacar y se ocupó más en mantener una ventaja que consiguió gracias a un gol de otro partido de Paul Aguilar.

El lateral fue de lo mejor de las Águilas, gracias a un zapatazo desde tres cuartos de cancha que pegó en el travesaño y se quedó en las redes. El disparo fue tan exacto que ni con dos lances, Luis Michel hubiera alcanzado a desviarlo. Tanto a favor y baile para festejar. Aguilar ya lo había vivido en el Omnilife y emuló en su celebración.

Fue todo lo que mostraron las Águilas al frente. Si no era por Rubens Sambueza, el América lucía perdido en el ataque. Por más que Matosas ha intentado darle un voto de confianza a Darwin Quintero, el colombiano brilla más por sus constantes pases fallados, que por su desequilibrio y asistencias que dejó en Torreón desde hace unos meses.

El punto crítico del conjunto azulcrema llegó en el segundo tiempo, cuando Matosas dejó en el banquillo a Sambueza para darle entrada a Paolo Goltz y así poner un defensa más que ayudara a cuidar la ventaja en el marcador.

En los primeros minutos del complemento lo consiguió y Chivas no encontraba el camino hacia el empate. José Manuel de la Torre pensó entonces en mandar al campo a Aldo de Nigris y la recompensa llegó.

De Nigris recibió un pase por el costado derecho del área, fintó a Aguilar, quien pasó de largo en su barrida y disparó de zurda para dejar sin opciones a Muñoz. El Omnilife volvió a reaccionar y gozó de los suyos de nueva cuenta.

La igualdad no era todo lo que quería un equipo que continuó con su lucha. El escenario ideal era llevarse tres puntos y dejar en el camino todos los fantasmas que arrastra frente a su antagónico. Por intento, Chivas no falló, pero superar de nueva cuenta la muralla azulcrema resultó una misión difícil de lograr.

Omar Bravo tuvo algún cabezazo que se marchó desviado y los tiros de larga distancia fueron otros recursos, pero el empate ya estaba dictado. Unos quisieron llevárselo más que los otros y América sacó un punto del Omnilife.