Barcelona pasó a Octavos de Final con una exhibición

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Jordi Blanco | Corresponsal

BARCELONA (ESPN Digital) -- El Barcelona alargó su felicidad y trasladó del Bernabéu al Camp Nou la excelencia futbolística. Tres días después de convertir en un pelele al Real Madrid en el Clásico aplastó a la Roma. Con una superioridad bestial. Que hacía tiempo no se veía.

Fue un 6-1 en el marcador y un 100-0 en todo lo demás. Dzeko, en el último suspiro, les dio algo a los suyos. A los cerca de 2000 hinchas de la Roma que viajaron a Barcelona... Y que descubrieron en directo que el Barcelona juega a otro fútbol. Un fútbol soberbio.

El campeón cerró su pase a los octavos de final como ganador del grupo con una nueva exhibición que volvió a sufrir un rival desorientado y perdido en el terreno de juego. Incapaz de seguir más que con la mirada el balón, la Roma se entregó a su destino sin apenas rechistar.

Y poco después de que le anulasen injustamente un gol a Messi por un fuera de juego que no existió, trasladó el espectáculo al marcador. Comenzó con un gol a placer de Suárez, tras asistencia de Dani Alves en una jugada que comenzó con un pase interior y maravilloso de Neymar. Y acabó con Adriano rematando un rechace al penalti fallado por el propio Neymar.

Sí. Quienes quieran buscar un pero a este equipo hablarán de los penalties que falla. Y el resto podrá responder que bendito problema entre tanto espectáculo. Porque este Barça de Luis Enrique gusta y se gusta. Toca, se divierte, combina y llegado el momento oportuno destroza al rival.

El entrenador asturiano, vencedor del triplete en su estreno y que ha conquistado, de momento, cuatro de los cinco títulos que ha disputado, ha logrado algo que hace algunos meses ya ni se planteaba alrededor del Camp Nou. Ha regresado a los orígenes, a ese fútbol de toque y combinación que convirtió en eterno al Barça de Guardiola.

Incluso tiene, puede tener, una ventaja respecto a aquel. Es el vértigo, el fútbol vertiginoso que puede llevar a cabo gracias a contar con un tridente que pasará a la historia del fútbol. Porque el 2-0 que anotó Messi llegó después de que los jugadores de la Roma siguieran con la mirada, impotentes de nada más, como los tres tenores azulgrana combinaban antes del sombrero de Leo.

¿Jugó mal la Roma? Se antoja injusto criticar al equipo italiano, de la misma forma que lo fue cargar las tintas tanto como se hizo con Rafa Benítez tras el 0-4 en el Bernabéu. Porque Dani Alves lo dijo: el Barça es una máquina de fútbol antológica.

Atropelló al Real Madrid el último sábado y a la Roma este martes. Y, jugando a este nivel, a este ritmo, no se contempla un rival capaz de hacerle sombra.

Y ya está en los octavos de final de la Champions con una grandeza impresionante. Un 6-1 brutal después de una noche para la felicidad.