Atlético Madrid gana gracias a Griezmann y sigue como líder

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Paola Nuñez. Corresponsal.

MADRID -- Despertó Griezmann y dejó en suspenso la Liga. En el primer balón que tocó, el atacante francés acabó con una sequía de cuatro partidos sin ver puerta para dar la victoria por 1-0 al Atlético de Madrid sobre el Rayo Vallecano que mantiene a los rojiblancos vivos en la pelea por el título.

Había transcurrido casi una hora de juego en que al Atlético de Madrid le costaba concretar. Con hasta siete cambios con respecto al equipo titular, ni siquiera daba la impresión de ser un equipo que se estaba jugando el título. En cambio, al Rayo Vallecano sí que lo movía la necesidad de puntuar para alejarse de la zona de descenso.

El Rayo Vallecano llegó con la actitud aguerrida que lo caracteriza al Vicente Calderón, donde el Atlético de Madrid no había encajado un solo gol en los últimos cinco partidos. El Atlético, que opera en el extremo opuesto de la tabla y que en tres días debe visitar Munich para disputar la vuelta de la semifinal de la Champions League se presentó con lo mínimo indispensable para mantener el barco a flote.

Simeone, en la grada por suspensión, había asegurado la parcela defensiva con Obla, Juanfran, Gabi y Jesús Gámez y el resto lo encargo a los jóvenes, incluidos Oliver y Luciano Vietto, quienes apenas habían visto acción en los últimos meses.

El talento y la experiencia en ataque se habían quedado en la banca por cualquier eventualidad. No fue que los jóvenes traicionaran el estilo marcado en el Atlético. Aguerridos, lucharon por todos los balones y generaron alguna llegada a la portería de Juan Carlos al tiempo que intentaban colaborar en la recuperación. Pero les fallaban los detalles donde se nota el kilometraje. Fallaban en el momento clave desperdiciando oportunidades y permitían que los rivales se acercaran demasiado a Jan Oblak.

Disparos de Correa que se iban demasiado desviados, errores en la colocación, pases demasiado largos o que quedaban muy cortos. A Germán Burgos, que ocupaba el área técnica, no le quedó otro remedio que recurrir a los 'grandes' para resolver.

Empezó por dar descanso a Gabi al medio tiempo y enviar a Koke a controlar la media. Diez minutos después y al mismo tiempo, saltó al campo la pareja goleadora. Griezmann y Torres que entraron por Vietto y Oliver. Tan pronto como pisaron el campo en medio de una estruendosa ovación, el Atlético fue otro. Rápido e incisivo en las contras. Y sobre todo, efectivo.

La defensa del Rayo no midió el peligro. Se la había pasado una hora reglando balones en zonas comprometidas sin que Juan Carlos sufriera gran cosa, pero hacerlo ante el máximo goleador de los colchoneros es suicidarse. Griezmann robó con facilidad un balón en la frontal y sin pensárselo disparó.

El Rayo intentó responder, pero cada vez era más difícil hacerse con el balón y durante un buen rato le costó sacar al Atlético de su mitad de la cancha. Se sucedieron las oportunidades rojiblancas, esta vez a cargo de Torres y Koke, y por tanto con mucho mayor peligro, forzando a Juan Carlos a intervenir varias veces. El Rayo apenas pudo acercarse a Jan Oblak en la última media hora; en cada acercamiento, el Atlético repelía antes de que pisara el área forzando a que sus intentos fueran lejanos y a la desesperada. Fue en vano. El cuadro colchonero, en su infinito pragmatismo, se había salido con la suya una vez más.