La dupla lidera la goleada del campeón

Jordi Blanco

BARCELONA (Corresponsal ESPN Digital) -- A falta de tridente, el Barça ha encontrado en la dupla que forman Suárez y Neymar un seguro de vida. A través de sus goles el campeón sobrevive a la ausencia de Messi, que se aventura más larga de lo esperado, pero menos trascendental de lo temido. Sus compañeros de ataque han sabido mantener al equipo.

Este miércoles concretó virtualmente su pase a los octavos de final con un ejercicio de normalidad frente al BATE Borisov, que pretendió mostrar fútbol y fue goleado a medio ritmo en una noche con más protagonismo para la guerra de la afición con la UEFA que para el fútbol propiamente dicho.

Goleó el Barça con un doblete de Neymar y otra diana de Suárez para que entre el uruguayo y el brasileño sumen ya 15 de los últimos 17 goles del campeón de Europa. Desde que se lesionó Messi contra el Las Palmas, el Barça ha marcado veinte goles en nueve partidos y solamente Rakitic en dos ocasiones y Sergi Roberto en otra se han colado en la fiesta de los dos amigos de Leo.

Guardada la brillantez para otra ocasión, el Barça estuvo durante media hora clasificado matemáticamente para los octavos de final. Desde que 'Chicharito' igualó en Roma y hasta que Pjanic dio el triunfo al equipo italiano frente al Bayer Leverkusen, el grupo de Luis Enrique se vio con los dos pies firmes en la siguiente ronda sin necesidad de apretar el acelerador más de lo necesario. De hecho muy poco.

Lo mínimo. Comenzó la noche con el estadio repleto de estelades, gritos a favor de la independecia y una monumental pitada a la UEFA, que aparcada la guerra de las banderas quizá podría ahora multar los pitos de la hinchada. Difícil adivinar nada en este asunto. Y con la mira puesta en esos asuntos, en el campo costó arrancar aplausos, con un BATE bien puesto y un Barça extrañamente descolocado en esa nueva faceta que le puso Luis Enrique, apostando por un 4-4-2 con vistas, quizá, al Bernabéu.

El invento duró lo que duró Rakitic en el campo. A la que se lesionó el croata y entró Munir, se aparcó para otro momento cualquier prueba, recuperó el equipo su dibujo habitual y no dejó de lado los problemas hasta que el canterano, a la media hora, provocó un penalti que transformado por Neymar puso normalidad en el marcador.

Rota la resistencia del BATE antes del descanso, después, en el segundo acto, era cuestión de conocer hasta donde sería capaz de ascender el rendimiento azulgrana. Lo hizo más en goles (dos) que en juego. Mientras al equipo bielorruso probablemente se le pasó por alto un penalti cometido por Adriano, Suárez, puso el 2-0 con un excelente disparo raso y Neymar condujo la victoria a goleada.

El Barça no está matemáticamente en los octavos de final, pero nadie duda que estará ahí y como primero de grupo. A falta de exámenes de primer orden, los resultados van acompañando al equipo de Luis Enrique.