River debutó en el torneo con un contundente 5-1 a Quilmes

BUENOS AIRES -- River Plate tuvo un auspicioso debut en el torneo de Primera División 2016 al golear como local por 5-1 a Quilmes, en un encuentro que fue postergado el último domingo por el anegamiento del campo de juego del estadio Monumental a raíz de una intensa lluvia.

Con sendos dobletes del uruguayo Rodrigo Mora, el primero de penal, y Gonzalo Martínez, y un tanto de Lucas Alario, el conjunto Millonario pegó a tiempo en el primer capítulo, mejoró notablemente en el segundo y cortó una racha de seis partidos sin ganar en su cancha.

Quilmes, que jugó gran parte del segundo período con un hombre menos por la expulsión de Rodrigo Braña a los 11 minutos, había empatado transitoriamente con una conquista de Sebastián Romero.

Le costó hacer pie a River en el primer cuarto de hora, en el que no encontró los circuitos de juego para generar peligro debido al planteo conservador del adversario y en el que tuvo que reformular su estructura con la temprana salida del colombiano Eder Alvarez Balanta por lesión, el consecuente retroceso de Leonardo Ponzio a la zaga y el ingreso de Nicolás Domingo.

A los 15, el anfitrión desató por primera vez el nudo que le propuso el oponente cuando Alario, una de los puntos altos del partido junto a Martínez y Mora, encaró por el costado izquierdo del ataque, dejó atrás no sin esfuerzo a Braña y Alan Alegre e ingresó al área penal, donde gue derribado por Adrián Calello.

Fernando Rapallini sancionó penal y Mora remató a la izquierda de Walter Benítez, quien contuvo su disparo, pero el juez de línea Juan Pablo Belatti advirtió un claro adelantamiento y la ejecución de la pena se reiteró.

En su segundo intento, 3 minutos después de la sanción de la falta, el uruguayo volvió a elegir la izquierda del arquero, pero esta vez su remate fue lo suficientemente elevado y esquinado como para hacer estéril la estirada de Benítez.

El partido pareció abrirse en favor de River, que comenzó a ejercer un claro dominio territorial e inclusiver pudo haber aumentado la ventaja con mano a mano dilapidado por Alario, quien remató por encima del travesaño a los 28.

Pero dos minutos después ingresaron en el tubo de ensayo una buena jugada de Quilmes y una desatención defensiva del local, y el resultado fue el empate Cervecero: Ezequiel Rescaldani recibió en la puerta del área, se acomodó con llamativa facilidad y remató.

El disparo impactó en Jonatan Maidana y salió despedido hacia la izquierda, donde Gabriel Mercado ensayó una lenta reacción y le permitió a Romero ganarle la espalda y decretar la igualdad.

Con la responsabilidad del partido nuevamente en poder del local, Quilmes se sintió más cómodo y a River, otra vez, pareció ponérsele cuesta arriba.

Una ocasión de peligro por lado, en los pies de Juan Celaya para la visita a los 43 y de Alario para el local a los 44, fueron la antesala de un gol de esos que sorprenden tanto por su espectacularidad como por su imprevisibilidad.

A los 46, Pity Martínez tomó el balón de frente al arco tras una cesión de Nicolás Domingo, sacó un implacable zurdazo que dejó sin ninguna chance a Benítez y marcó un golazo que devolvió la ventaja a River antes del descanso y que resultó, al cabo, una bisagra para el cotejo.

Con mayor tranquilidad y un ajuste en las piezas que habían estado flojas, River salió mejor parado en el segundo capítulo y le costó tan sólo 6 minutos alcanzar el tercer gol.

Nicolás Bertolo recibió bien abierto en el extremo derecho del ataque y envió un preciso centro que encontró por detrás de la defensa a Martínez, quien empujó de volea la pelota a la red.

Quilmes merodeó el descuento a los 10 con un despeje defectuoso de Jonatan Maidana que casi se le mete por encima a Marcelo Barovero, pero un minuto después sus esperanzas se derrumbaron con la expulsión de Braña, por una entrada con exceso de vehemencia a Martínez.

La racha adversa del Cervecero se completó un minuto después, cuando Mora ejecutó a Benítez con un potente derechazo, luego de una cesión de cabeza de Ignacio Fernández y una falla de la defensa.

A los 26, Alario le puso la cereza al resultado en una jugada que debió ser invalidada por posición fuera de juego del debutante uruguayo Iván Alonso, y el resto del partido fue un monólogo del equipo de Marcelo Gallardo, cuya espera para debutar en el torneo valió la pena.