Fútbol Americano
Jorge Señorans 26d

El caso Martín Silva y cómo actuó la Conmebol con el último jugador uruguayo agredido con una pedrada

La imagen era terrible. El golero de Defensor Sporting sangraba de su cabeza. Martín Silva se tiró en el campo de juego de Independiente y la sanidad del club ingresó corriendo para atenderlo. La locura dominó el ambiente. Una piedra lanzada desde la tribuna de los rojos impactó en la cabeza de Silva provocando una herida. Todo hacía presagiar que el partido se tenía que suspender, pero no sucedió.

Aquel hecho, ocurrido la noche del 19 de octubre de 2010 en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Copa Sudamericana, tiene puntos de contacto con lo que vivió el defensa de Peñarol, Maximilino Olivera, el pasado jueves en la cancha de Rosario Central donde fue agredido con una pedrada.

La diferencia radica en que la agresión que sufrió el jugador de Peñarol fue una vez finalizado el partido. Y lo que pasó son Silva fue en pleno juego y, lo curioso del caso, es que el partido no se suspendió.

¿Qué pasó? El técnico de entonces de Defensor Sporting, Pablo Repetto, admitió al diario Últimas Noticias que apenas Silva comenzó a sangrar y se tiró al piso para ser atendido por la sanidad, “saltó” a la cancha para hablar con el juez. “Tenía que suspender el partido porque ya nos habían perjudicado solo por el hecho de tirar una pedrada. Por encima de que se recuperara Martín tendríamos un jugador que no iba a estar al 100%. En el caso de que hiciéramos cambio de golero, como en determinado momento pidió el árbitro, también lo hubiera sido porque por algo están los titulares y suplentes. Además, tampoco teníamos garantías para seguir jugando ni de que no ocurriría un hecho similar”, explicó el entrenador de los violetas.

La presión del árbitro

¿Por qué el árbitro brasileño Wilson Seneme no suspendió el juego?

El golero Martín Silva reveló en aquel entonces que el juez le dijo que no iba a suspender el partido, que se jugaba bajo su responsabilidad, porque la pedrada que recibió fue un hecho aislado. “Si no está para seguir que pidan el cambio dijo, por eso intenté reponerme porque vi que no había otra alternativa”, expresó el arquero del elenco uruguayo.

Silva, con la cabeza vendada y llena de sangre, se paró y ocupó nuevamente el arco de la viola.

Defensor Sporting denunció haber recibido presiones para seguir el partido. El presidente Dante Prato comentó: “Cuando sucedió el hecho, hablé con el veedor del partido (el paraguayo Hugo Figueredo) y no quiso tomar medidas. Le dije que no estaban dadas las garantías para seguir y que él (Figueredo) no tenía la hombría para suspenderlo”, expresó a Observa en abril de 2011.

Prato agregó: “El veedor me dijo que la autoridad para suspender el partido era el juez. Y el juez me dijo que no iba a suspender el encuentro porque lo que había pasado era un hecho aislado, que me daba todo el tiempo que quisiera para que el arquero se recupere, pero que si no podía seguir debía ser sustituido”.

Aquella noche Independiente ganó 4 a 2 y clasificó a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Premiaron a Seneme

La indignación de los dirigentes de Defensor Sporting se incrementó cuando, a los pocos días de la agresión que sufrió Martín Silva, se enteraron de que Wilson Seneme había sido designado para arbitrar el encuentro de cuartos de final de la Copa Sudamericana entre Palmeiras y Goias.

La nominación fue calificada de “vergonzosa” por el presidente violeta, Dante Prato. “Si lo acaban de designar me demuestra que Defensor va por el camino correcto. Capaz que mañana le pegan un balazo a uno y es un hecho aislado. Esto es una vergüenza”, dijo Prato en Sport 890.

Sanción al rojo y premio a Martín Silva

¿Qué pasó con Independiente y qué sanción recibió? La Conmebol, por entonces presidida por Nicolás Leoz, aplicó a los rojos una multa de 20.000 dólares y un partido de cierre de su estadio por la pedrada de la que fue víctima Martín Silva.

“Traigan piedras”, fue el título del diario Olé para brindar la noticia de la sanción que había recibido Independiente. En la crónica el diario expresó: “El mensaje es peligroso. El arquero de Defensor Sporting, mareado, conmocionado, naturalmente atemorizado, dio una muestra de hombría al ponerse de pie y atajar en el segundo tiempo. Porque el árbitro brasileño Wilson Seneme decidió que el partido continuara. Total, era apenas un cortecito, vamos, que al fútbol se juega entre hombres. Si Silva perdía un ojo, ¿la historia habría cambiado? Traigan piedras, que impunidad sobra”.

Lo curioso del caso es que Independiente se terminó coronando campeón de aquel torneo y la Conmebol reconoció a Silva con el premio Fair Play, pero el golero de la viola no concurrió a recibir el homenaje.

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