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La "hinchada" dijo presente en Augusta

Muchos compatriotas fueron a alentar a Grillo, Gómez y Cabrera Getty Images

AUGUSTA -- Este año como nunca hubo una invasión de argentinos en Augusta. Seguramente el hecho de que dos jugadores nuestros hicieran su presentación en el Masters tuvo mucho que ver, pero también mucha gente decidió romper el chanchito y hacer el viaje para ver qué tan cierto era lo que Silvia y yo les contábamos por la tele.

Me encontré con gente de Mar del Plata, La Rioja, Buenos Aires, Rosario y por supuesto con un gran contingente del Chaco. A todos les salían las mismas palabras cuando empezábamos la charla: "No se puede creer". Y es verdad, no se puede creer.

El fanatismo de uno de los chaqueños lo llevó a tatuarse la palabra Masters en una de sus piernas, hecho que le valió hacerse famoso y salir fotografiado en el diario local. Cada paso que daban quedaban maravillados por lo que veían, de lo que podían comer con poca plata y de lo que podían comprar (con algo más de plata). Salía humo de sus máquinas de fotos y los recuerdos de este primer Masters quedarán para siempre. Muchos me juraron que vuelven el año que viene y me sorprendería mucho no verlos.

Este fue un Masters que disfruté como hacia mucho no disfrutaba. Amigos, gente que no veía hacía un tiempo, ser testigo del recambio generacional en el golf profesional argentino, valorar más el hecho que la presencia de Cabrera será para siempre, la emoción que significó la despedida de Watson (también se despidió Woosnam, pero casi nadie se enteró), fueron todos motivos para que cada día hubiera una emoción diferente.

Si bien no hubo cambios sustanciales para este año, ya es vox populi que la sala de prensa desaparece de donde está y que será trasladada al fondo de la cancha de práctica, que parte de una de las calles laterales desaparece para mejorar el ingreso de la gente al club, que el pro-shop gigante será aún mas grande y que hay conversaciones para comprar parte del club vecino y así extender el hoyo 13. En estos últimos 22 años desde que vengo a Augusta hemos visto la transformación del club, que como siempre ha sabido modernizarse sin cambiar un ápice las tradiciones que han hecho del Masters un gran torneo. Todos tenemos claro que este torneo es inigualable, pero lo que asusta es que cada año la distancia entre el Masters y el resto aumenta.

El otro hecho destacable es el compromiso del club con el desarrollo del juego en las distintas partes del mundo. Los torneos de amateurs en Asia y Latinoamérica, el Drive Chip & Putt, son claros mensajes del deseo que tiene el club en apoyar las distintas regiones. El poder del Masters hace que todas estas cosas no solo sean posibles, sino que también tengan la difusión en los medios como para que más personas se interesen en el juego.

Pasó otro Masters, y este tuvo condimentos especiales.

No fue uno más.

Nunca lo es.