LOS ÁNGELES -- La noche del viernes en el Staples Center fue solo otro capítulo de esta nueva película que se está desarrollando a lo largo de la presente temporada en la NBA.

Los Angeles Clippers, con solo 10 jugadores disponibles (apenas tres guardias) y con la baja de última hora de su segundo mejor anotador Jamal Crawford lograron deshacerse de sus vecinos Los Angeles Lakers y por momentos, haciéndolos pasar vergüenza deportiva.

Y es que la tropa de Vinny Del Negro llegó a sacar una luz de 18 unidades promediando el segundo cuarto y de no ser por una actuación de niveles estratosféricos de Kobe Bryant la duela se hubiera acabado mucho antes de la bocina final. El entrenador valoró el esfuerzo de los suyos, que debieron sufrir un poco sobre el final, mostrándose conmovido por la entrega ofrecida en una situación delicada.

"Fue un esfuerzo sólido de principio a fin", aseguró. "A veces no fue eficiente pero batallamos toda la noche y eso fue grandioso".

Esto se debe a que la remontada lagunera los puso en una posición inesperada y estos tardaron en reaccionar. "Me estaba enojando conmigo mismo porque nuestra ofensiva estaba mal", dijo Chris Paul. "Es mi trabajo asegurarme que lleguemos a los lugares correctos. En su lugar, estaba gastando el reloj y mandándonos a malos lugares". El estelar armador acabó con 30 puntos, 13 asistencias y la canasta que definió el pleito pero esto nunca podría haber sido adivinado basándose en su tono de voz tras el encuentro.

Paul izó la bandera de la humildad, como toda la temporada, y apeló a la autocrítica.

"Sentí que por unos pasajes solo estábamos resistiendo", opinó. "Estábamos jugando para no perder y no para ganar. Esa es mi responsabilidad".

NADA LOS FRENA

Vale dar un rápido vistazo para comprender que esta semana no fue una más para los Clippers.

Las derrotas en carrera ante los Denver Nuggets (cortando la racha de 17 triunfos al hilo) y los Golden State Warriors se combinaron con el fallecimiento de Scott Sterling, hijo del propietario de la franquicia.

Por si fuera poco, sobre el comienzo del juego se anunció la baja de Crawford y Del Negro recordó que Lamar Odom y Caron Butler jugarían pero en inferioridad de condiciones.

Nada de esto importó.

Los estelares incrementaron su rol y protagonismo (CP3 superó los 40 minutos por segunda vez en la temporada) y la banca, aún disminuida, encontró la forma de superar a los relevos de púrpura y dorado (30-27).

Es esfuerzo en conjunto, en una muestra de unión ante la adversidad, hizo que los Clippers jugaran una defensa sobresaliente, y que superaran a los Lakers en rebotes, puntos en la pintura, asistencias, bloqueos y en todos los promedios de tiro.

Eso dejó en evidencia que el equipo de Del Negro es mucho más que la suma de sus partes y experiencias como estas solo ayudarán a fortalecer el seno del plantel.

"Estoy complacido de cómo jugamos en equipo", apuntó el entrenador. "Jugamos duro pero tenemos que mejorar en la manera de cerrar los partidos, aunque eso llegará cuando tengamos a todos el personal".

Y es que eso es lo más sorprendente: los Clippers siempre parecen capaces de inventar nuevas formas de conseguir éxito.

Y VAN CONQUISTANDO AL PÚBLICO

Paul aseguró que la rivalidad que se empieza a formar no es ni más ni menos de lo que se ve en la prensa.

"Cuando hay dos buenos equipos en una ciudad es algo único", sostuvo. "Es bueno para Los Ángeles y para el baloncesto. Es imposible negarlo".

El ex base de los New Orleans Hornets sí expresó su confusión al respecto de los cánticos mixtos que bajaban desde las gradas, una mezcla de abucheos y postulaciones al Jugador Más Valioso.

"La gente es siempre excitante", indicó. "Por momentos fue difícil saber en la casa de quien estábamos. Fue divertido". Griffin mostró alivio y una pizca de satisfacción al comparar el número de seguidores apoyando a los de rojo, blanco y azul.

Precisamente este fue el tema de discusión con Paul, previo a la duela.

"Cuando llegué a la liga en estos partidos la fanaticada era 95 por ciento a cinco por ciento [de Lakers]", recordó. "El año pasado mejoró y este también. Es algo que tomará tiempo".