SAN LUIS - El receptor A.J. Ellis se encuentra entre los jugadores más articulados y accesibles de los Dodgers de Los Angeles, así que cuando él quiere evitar contestar una pregunta, uno sabe que es una pregunta incómoda.

Luego que los Dodgers perdieran 3-2 ante los Bravos de Atlanta el miércoles en la noche, alguien le preguntó a Ellis cuán retante sería la venidera gira como visitantes - siete juegos en seis días en San Luis y Colorado. Ellis suspiró y dijo, "No me gustan mucho las preguntas sobre algo del futuro. Vamos a tener un día libre [jueves]. Yo solo me enfoco en relajarme. ¡Por Dios, acabo de jugar tres partidos en fila!"

Cuando Yasmani Grandal vuelva el sábado, se espera que Ellis vuelva al puesto de receptor sustituto y quizás tenga menos estrés.

O, de nuevo, quizás no. Los Dodgers entran a su periodo más exigente del calendario, comenzando con tres partidos en el Busch Stadium, hogar del mejor equipo en el béisbol en este momento, y le seguirá una serie en el Coors Field que incluye una doble cartelera y que minará aún más los recursos de pitcheo que tienen los Dodgers. El panorama es más complicado aún: Los Dodgers tendrán que jugar 34 juegos en 34 días. El 11 de junio es la única fecha abierta entre ahora y el 2 de julio. Ellos van a jugar partidos en ocho ciudades diferentes en esos 34 días.

Ellis finalmente cedió. Los Dodgers no se han enfrentado todavía al equipo que los ha sacado de la postemporada en las últimas dos campañas seguidas, venciendo en ambas ocasiones a Clayton Kershaw. Estos Cardenales podrían ser mejores que aquellos dos. Hasta ahora, han ganado 31 juegos con apenas 16 derrotas para tener el mejor porcentaje de victorias en el béisbol.

"Siempre va a ser una prueba el juga ren San Luis", dijo Ellis. "Probablemente ellos sean el mejor equipo en la Liga Nacional ahora mismo. Ellos tienen algunos jugadores increíbles en ambos lados de la pelota. Va a ser un reto para nosotros, especialmente sin tener disponibles a Zack [Greinke] o Clayton".

Dice algo sobre la época del año y el énfasis que el equipo pone en esta serie el hecho de que no hizo cambios en su rotación de pitcheo para involucrar a Kershaw. La temporada de Kershaw ha terminado en dos años consecutivos con derrotas decepcionantes en el Busch Stadium en los playoffs. Él lanzó bien ante los Cardenales en su única salida en temporada regular allí el año pasado.

Los Dodgers fácilmente pudieron usar el día libre del jueves para saltarse a Carlos Frías, quien permitió 10 carreras con 12 hits en cuatro entradas, pero ellos querían que todos sus abridores tuviesen un día adicional de descanso, así que la próxima salida de Kershaw será el lunes en Colorado. Sin embargo, sí se medirá a San Luis en el Dodger Stadium dentro de nueve días, el 6 de junio.

Los Dodgers entran a su serie más retante a la fecha con Mike Bolsinger, Frías y Brett Anderson en el montículo. San Luis contrarrestará con John Lackey, Michael Wacha y Carlos Martínez.

El manager de los Dodgers Don Mattingly espera un ambiente intense en el estadio en los siguientes tres partidos porque los equipos se han medido frecuentemente en los playoffs en las últimas temporadas. Los Dodgers eliminaron a los Cardenales en el 2009, pero desde ese entonces han caído en las últimas dos campañas. Incluso, ha habido algo de mala sangre entre ambas novenas. Kershaw golpeó a Matt Holliday con un pitcheo la temporada pasada como represalia por las varias veces que Hanley Ramírez fue golpeado en los últimos dos años.

"Ellos son un equipo muy bueno cada año y medirnos a ellos en los playoffs es un aumento de adrenalina a lo que sentimos en la temporada regular cuando juegas ante ellos", dijo Mattingly. "Así que, definitivamente es algo diferente a cuando juegas contra Milwaukee o cualquier otro. No que esté menospreciando a Milwaukee, pero no nos hemos medido a ellos en la postemporada en tres ocasiones diferentes. Eso cambia las cosas".