La llegada de Mike D´Antoni no benefició el juego de Pau Gasol. De ser el jugador que más minutos estuvo sobre la duela pasó a convertirse en el centro de todas las críticas. Tildado de ser el artífice de la lentitud de juego de Los Angeles Lakers y de otros males tales como la blandura para imponerse en la pintura y la falta de efectividad en el medio rango, el jugador español está viviendo uno de los comienzos de temporada más difíciles de su etapa como profesional.

En un poco más de un mes de competición, Gasol pasó de titular indiscutible a sexto hombre potencial, según algunos reportes que D´Antoni desmintió rápidamente; de uno de los hombres más queridos gracias a los éxitos cosechados durante su periplo lagunero (dos anillos de campeón) al más abucheado (desde el momento en que la afición no pudo increpar más a Mike Brown).

Su salida se dio por hecha e incluso sigue en el candelero mientras Gasol se recupera de las tendinitis en sus rodillas. El ultimátum que llega desde la cúpula lagunera (familia Buss y Mitch Kupchak) es claro: o comienza a funcionar junto a Steve Nash o se le buscará una salida. El cuándo sería está en el aire.

Hace cuatro encuentros que Gasol no está sobre la duela y la imagen del equipo es la misma, ni mejor ni peor.

Desde que es baja, el equipo registró un balance de 1-3 y la inconsistencia continúa siendo la misma que la de antes de que fuera apartado del equipo por razones médicas.

Aunque es cierto que Gasol no estuvo afortunado en algunos encuentros, su desatino no es diferente al de otros jugadores de la talla de Dwight Howard, Antawn Jamison o Metta World Peace.

¿Fue justo enfocar las críticas al catalán? ¿Será justo cargar contra él cuando se recupere?