Kobe Bryant y Steve Nash juntos son impresionantes, como dupla en la zona de defensa. El mejor base armador jugando a un lado del mejor escolta. Eso promete ser una historia importante en el baloncesto nacional durante toda la temporada.

Pero infinitamente más fascinante para mí, y algo sobre lo cual predigo escribiré una y otra vez, es la manera tan diferente en que estos nuevos compañeros de equipo trabajarán como líderes.

Kobe Bryant
Matthew Emmons/US PresswireKobe Bryant es conocido por repartir regaños entre sus compañeros.

Es un tiempo interesante para la NBA en este sentido. Team USA y los dos equipos dominantes de la NBA la temporada pasada -- el Miami Heat y el Oklahoma City Thunder -- son desavergonzados en cuanto a amarse abiertamente. Excepto por incidentes aislados como el de Mario Chalmers, el tono de cómo hablan el uno del otro no se trata sobre reprocharse mutuamente. Se trata sobre arroparse el uno al otro con apoyo, lealtad y choquen los puños.

El hecho es insatisfactorio para cualquiera que ve el ceño fruncido de Michael Jordan como el indicio absoluto de liderato. Pero sin duda está funcionando en el baloncesto, como fue predicho por miles de libros modernos sobre el liderato. En un negocio en el cual se gana al estar arriba, ¿por qué andar de capa caída?

Y, aunque él es un miembro de la brigada de apoyo cariñoso de Team USA, no hay un ícono más patente de la táctica de la vieja escuela de Michael Jordan de "repróchalos para inculcarles profesionalismo" que Bryant.

El compañero de equipo más famoso de Jordan, Scottie Pippen, incluso se refiere a las malas caras de Jordan hacia sus compañeros como "haciendo de Kobe" en el libro de Jack McCallum, "Dream Team".

Y no existe alguien que practique la teoría de la nueva escuela de "dales amor" de forma más descarada que Nash, quien -- en uno de los mejores videos deportivos en la historia del internet -- fue documentado por Jess, quien realizaba una práctica profesional con los Suns, repartiendo 239 chocadas de mano en un solo partido.

Amare Stoudemire
P.A. Molymby/NBAE/Getty ImagesSteve Nash no pierde oportunidad para alentar a su equipo.

En cierta medida se me ocurre que Nash y Bryant están destinados a socavarse el uno al otro. Ellos son antitéticos. Si Pau Gasol fallase un disparo importante, Nash se le acercaría corriendo para decir algo así como oye, eres un gran tirador, sigue disparando. Bryant, por otro lado, ha sido propenso por mucho tiempo a dar miradas de indignación que implican, "¿pueden creer estos jugadores malos con quienes tengo que jugar?". Tú no eres un buen tirador, esa mirada, por parte del jugador de la liga más predispuesto a ignorar a sus compañeros abiertos, parece decir: Pásamelo a mí la próxima vez.

Una estrategia o la otra puede exigir una actuación inspirada de Gasol, supongo. Pero juntas ... ¿no es acaso un caos confuso eso?

No es así, dice el ex directivo de los Suns, Amin Elhassan, quien conoce bien a Nash y acarrea un temor saludable de Bryant. Él me dijo en TrueHoop TV recientemente que ve el emparejamiento como "el matrimonio perfecto de poli bueno, poli malo. Kobe es el tipo que regaña a otros tipos -- lo cual alguna gente criticaría y diría que Steve no hizo eso lo suficiente durante su carrera. Y por otro lado tienes a Steve para como que estimular a los muchachos y fortalecer su confianza, lo cual obviamente ha sido una crítica de Kobe. ... Yo pienso que es un matrimonio perfecto, perfecto".

Comencé a preguntarme si existían ejemplos de equipos que de veras habían emparejado ambos tipos de líderes codo a codo. ¿Cómo resultó eso?

Una pista viene de una nota al calce en "El Libro del Baloncesto" de Bill Simmons. En la letra pequeña en la parte inferior de la página 478, hay una cita de Phil Jackson, tomada prestada de un perfil de lectura obligada sobre Scottie Pippen por S.L. Price en Sports Illustrated en 1999:

Scottie Pippen and Michael Jordan
Andrew D. Bernstein/NBAE/Getty ImagesAlgunos comparan los estilos del duo de Bryant-Nash al de Scottie Pippen y Michael Jordan.

"En los Bulls", dice Jackson, "[Scottie Pippen] era probablemente el jugador que más le agradaba a los demás. Él socializaba. Él podía sacar a relucir lo mejor de los jugadores y era el mejor comunicador. El liderazgo, liderazgo de verdad, era una de sus fuerzas. Todo el mundo decía que Michael es un gran líder. Él lidera por ejemplo, con reprimendas, con palabras severas. El liderato de Scottie era igualmente dominante, pero es un liderato de palmadas en la espalda, de apoyo".

Vaya. Tomen nota, aficionados de los Lakers. Elhassan está pareciendo un genio: "Poli bueno, poli malo " es la manera en que fue guiado el equipo seleccionado por la mayoría de la gente como el mejor.

Y lo que cuenta Pippen en el libro de Jack McCallum "Dream Team" es que la combinación fue mortal:

"Para mí, nuestro equipo siempre se trató sobre la química", dijo Pippen, jugando con unos huevos revueltos en su plato, "y nosotros nunca pudimos desarrollar una química debido a Michael. Él no creía en sus compañeros de equipo. Era difícil para nosotros. Nos acusaban de pararnos a observar porque él siempre ... hacía de Kobe". (Él quiere decir demostrarle enojo visible a sus compañeros, como hace Kobe Bryant de los Lakers a menudo.)

"Cuando Phil [Jackson] vino, eso marcó la diferencia para Michael. Phil lo convenció a creer en sus coequiperos, y yo creo que fui el primero en quien Michael confió de verdad. Nosotros no teníamos que preocuparnos sobre si Michael haría un tiro en suspensión uno contra cinco. Él simplemente podía jugar".

En el artículo de Price mencionado arriba, el antiguo miembro de los Bulls, Joe Kleine, dijo: "Michael era la figura paterna, quien decía, 'Estás castigado'. Pip era como Mamá cuando viene a decirte que todo estará bien".

Ahora bien, eso empieza a hacer sentido. Es posible que "Madre" y "Padre" tengan estilos opuestos, uno con un toque suave y el otro con una mano dura. Pero en el fondo, los dos están enviando el mismo mensaje: Jueguen al máximo.

Cualquier compañero de equipo que recibe ese mensaje tiene una oportunidad de ayudar a su equipo a lograr algo especial. Eso tiene implicaciones buenas para los Lakers.