Russell WestbrookLayne Murdoch/Getty ImagesRussell Westbrook y el Thunder lucieron más veloces y más efectivos que los Lakers
OKLAHOMA CITY -- No hubo piedad; al menos hasta los últimos minutos del juego. El Oklahoma City Thunder (16-4) confirmó su supremacía frente a Los Angeles Lakers (9-11) a base de un juego directo que cayó cual rayo sobre los laguneros (114-108). El plantel logró la séptima victoria al hilo para erigirse como el equipo que mejor racha acumula en la actualidad. A pesar de ello, el partido se les complicó ligeramente en los últimos minutos, cuando los californianos lograron remontar una ventaja máxima de 19 puntos para colocarse a cuatro.

Auspiciados por un Russell Westbrook sublime (33 puntos/ocho asistencias), los locales sobrepasaron a los californianos, que vieron cómo el festival anotador del armador acabó minando las esperanzas de los pupilos de Mike D´Antoni desde el segundo periodo hasta poco antes del final de la cita.

Westbrook fue una ametralladora. Su efectividad aniquiló a los oro y púrpura a base de triples (cinco sobre ocho), lanzamientos de dos (12 sobre 26) y una soltura imposible de frenar. La cita también estuvo hecha a la medida de Kevin Durant (34 puntos/nueve rebotes), que jugó el partido 400 de su carrera y no desaprovechó la oportunidad de formar parte de la atronadora fiesta de un equipo que, una vez más, certificó su candidatura para hacerse con el campeonato.

El acierto de Oklahoma en los lanzamientos a canasta fue una losa que cayó sobre los Lakers con el peso impotente de un plantel que se mostró incapaz de seguir a estela de los Westbrook y compañía. Y es que sólo en los últimos minutos lograron iniquietar mínimamente a los Thunder al reducir ligeramente la ventaja. 48,8 por ciento en tiros de dos y 52,9 en triples por parte de los locales y 42,9 en lanzamientos de dos y 39,3 en triples.

Los angelinos no lograron vengar su eliminación de en la segunda ronda de los playoffs de la campaña pasada, pero lo más significativo fue la lección de juego rápido que brindaron los Thunder, que utilizaron la fórmula que tanto ansía D´Antoni. Ésa fue una de las claves que desequilibraron la balanza del lado local. La rapidez para realizar puntos rápidos sonrojó a una defensa lagunera que volvió a demostrar debilidad ante los equipos atléticos y no encontraron la manera de parar los pies a Oklahoma. Thunder se impuso por 28-8.

Las transiciones de los locales fueron letales y los errores en las pérdidas de balón de Lakers fueron el eterno lastre que les persigue en cada cita. Volvieron a obtener un registro demasiado negativo: 17 por parte de Lakers, donde cedieron 20 puntos por 14 de Oklahoma (14 puntos)

Kobe Bryant (35 puntos/siete asistencias) tomó las riendas de la situación con buenas pinceladas del juego que acostumbra pero sin ser capaz de agarrar el caballo por las riendas. Dwight Howard, que ya logró un doble-doble en el primer periodo, no logró imponerse en la pintura y fue el jugador que más balones perdió por parte de los visitantes. Con seis pérdidas, unidas a las cinco de Bryant, ambos jugadores dejaron escapar 11 de los 17 esféricos perdidos. A pesar de ello, y de la pobre actuación de Antawn Jamison (nueve puntos/cinco rebotes) y Metta World Peace (ocho puntos/cuatro rebotes), los laguneros no tiraron la toalla en ningún momento. El que sí destacó fue Chris Duhon, que se está erigiendo como el armador titular tras las lesiones de Steve Blake y Steve Nash.

La banca de los Lakers estuvo dominada por la buena actuación de Jodie Meeks (17 puntos/cinco rebotes). Pau Gasol, por su parte, se perdió la tercera cita al hilo por culpa de la tendinitis que sufre en ambas rodillas.

Oklahoma se medirá a Indiana Pacers como local el domingo, mismo día en que los laguneros tendrán una parada en el Staples Center antes de continuar la gira en la carretera ante Utah Jazz.