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Temporada crucial para World Peace

Echadas a un lado las distracciones de verano, Metta Wold Peace ya entrena en El Segundo, Calif. Ronald Martinez/Getty Images

LOS ÁNGELES -- Alejado de los flashes, las conferencias de prensa y la atención general, Metta World Peace se prepara para afrontar una temporada que será igual de crucial en lo personal como en lo colectivo con sus Los Ángeles Lakers.

El alero se ha presentado en el centro de prácticas ubicado en El Segundo y ha divido su régimen de pretemporada entre la ciudad angelina y Vancouver, en Canadá, donde además filmó una película y realizó distintas actividades de caridad.

Sin embargo, el periodista Mike Bresnahan del matutino Los Ángeles Times apunta que se encuentra en óptimas condiciones físicas y que ha trabajado mucho en su tiro, sin dudas de sus mayores falencias.

La renovada actitud y re dedicación a su cuerpo y su arte serán fundamentales en la siguiente temporada, ya que el neoyorquino tendrá la chance de aprovecharse de los últimos movimientos de los laguneros.

Los Lakers adquirieron a Steve Nash y a Dwight Howard y, en combinación con la llegada del asistente Eddie Jordan y su ofensiva Princeton, habrá que hacer ajustes que determinarán el éxito de la franquicia.

La realidad marca que con un campamento de entrenamiento normalizado y varios partidos de pretemporada Mike Brown y compañía podrán establecer su filosofía y un estilo de juego definido. Se supone que los jugadores lo captarán rápido, ya que la base del equipo está formada por veteranos que se caracterizan por su experiencia e inteligencia sobre la tarima.

Una de las ventajas con las que contará el otrora Ron Artest es que sabrá exactamente lo que buscarán de él. Es muy probable que ya no le pidan que se haga cargo de la ofensiva nunca más, ya que el base canadiense, Kobe Bryant y hasta Pau Gasol son mejores distribuidores y anotadores. World Peace no podrá salirse del libreto ya que esto retrasaría la adaptación de las caras nuevas del quinteto.

En ofensiva se verá beneficiado en que, cuando esté la alineación titular en cancha, será el último jugador al que las defensas rivales le prestarán atención. Rara vez verá una doble marcación, y esto lo convierte en un arma mortal, ya que todavía mantiene sus atributos anotadores. Al redoblar los esfuerzos sobre uno o dos de sus compañeros, el controversial jugador tendrá más facilidades y buscará hacerles pagar un precio muy alto.

Con Nash tendrá una relación simbiótica. La visión y la capacidad para contentar a todos del ex miembro de los Phoenix Suns le permitirá tirar en situaciones cómodas y favorables. Esto le permitirá seguir teniendo números aceptables en ataque (nunca se puede despreciar la influencia que esto tiene en la moral de un basquetbolista). Por contrapartida, un ágil y preparado World Peace ayudará a esconder las falencias defensivas de un base que primero, nunca se caracterizó por ser un perro de presa, y además, ya se acerca a los 40 años.

El ex jugador de los Indiana Pacers también aliviará el rol de Bryant como principal marcador del jugador estrella del rival de turno. Esto será clave ya que los LeBron James, Kevin Durant y Carmelo Anthony de la liga ahora deberán cruzarse con dos perimetrales condecorados en el arte de prevenir canastas. Y eso es antes de mencionar que el centro Howard cuidará sus espaldas debajo del aro.

Por último, si la motivación de ganar un segundo anillo y ser parte de un quinteto que puede quedar en la historia como de los más vistosos y arrolladores, está el factor del dinero. World Peace cobrará cerca de $7.3 millones esta temporada y tiene la opción de extender su contrato para la 2013-2014 y embolsarse otros $7.7 millones.

De tener una gran performance, el alero podría declinar dicha clausula y convertirse en agente libre. Teniendo en cuenta que para el principio de la próxima campaña el jugador estará pisando los 33 abriles, esa sería su última gran chance de amarrar un contrato lucrativo y a largo plazo.

Con todos estos factores es posible que estemos en el umbral de un renacimiento del jugador. La afición de los Lakers no se equivocaría si esperaran que este sea el año en el que World Peace esté a la altura de las expectativas con las que arribó en el 2009.