EL SEGUNDO -- A Pau Gasol la vida le sonríe y él sonríe a la vida. Su matrimonio con Los Angeles Lakers es una historia curtida a base de momentos inolvidables, baches temporales e ilusiones renovadas.
De la foto de bodas de 2008, cuando su equipo llegó y perdió las Finales de la NBA contra Boston Celtics, hasta la actualidad, Gasol pasó de coronarse durante dos temporadas al hilo como campeón (2009 y 2010) y de ser erigido como uno de los mejores jugadores de la liga, a ser cuestionado por un sector de la afición e incluso soportar continuos rumores sobre su salida.
En su quinto año de nupcias con los laguneros, el internacional español llega con energías renovadas, con la tranquilidad de haber superado momentos de dudas traducidas en rumores sobre un inminente divorcio; también con la sapiencia del veterano. "A veces no hay que entusiasmarse mucho", comentó durante la presentación del equipo en el Día de la Prensa (Media Day). Y lo dijo consciente de que pasar de la gloria al infierno es algo que se consigue con un solo chasquido.
Se vio fuera de los Lakers cuando su cuerpo y mente se encontraban inmersos en los Juegos Olímpicos. "Es algo que estaba fuera de mi alcance", señaló. Y ahora vuelve renovado y con el entusiasmo de formar parte de un plantel, cuanto menos, ilusionante. "Me siento muy bien por estar en esta situación y no tener que lidiar con todo lo que pasó la temporada pasada. Pasó mucho el año pasado, pero ya está detrás. He aprendido, he crecido, y estoy aquí, algo que hace que todo sea más fácil. Cuando tienes menos distracciones, se puede hacer el trabajo mejor.
"Es una nueva temporada, una nueva aventura, un nuevo viaje y todos entendemos las opciones que tenemos y lo duro que hay que trabajar para lograr nuestros objetivos", apuntó el ala pívot español.
Por su cabeza sólo pasa el conseguir su tercer anillo de campeón con los Lakers custodiado por Dwight Howard, Steve Nash, Kobe Bryant, Metta World Peace y el resto de sus compañeros.
"Somos conscientes de que no se ganan campeonatos sobre el papel", declaró. "Es necesario tener un gran nivel de deseos, poner en práctica todo el trabajo y trabajar más que los demás dando igual la plantilla. Estamos contentos con lo que tenemos y hay ponerlo en marcha".
Desde que llegó a Los Ángeles hace más de una semana, Gasol ya fue testigo del ambiente de euforia que se vive en la ciudad y de las expectativas que despierta el equipo de cara a la temporada que entra. "Hay mucha expectación alrededor y lo entendemos, estoy seguro de que habrá un periodo de adaptación porque tenemos nuevos jugadores que han venido de distintos equipos y con roles diferentes, debemos trabajar para que demos lo máximo", sostuvo.
Confesó que en esta nueva aventura está abierto a la posibilidad de jugar donde Mike Brown le requiera mientras Dwight Howard se recupera de la espalda y mostró su entusiasmo por compartir duela junto a Nash, algo que ya comentó con anterioridad, cuando valoró que su juego se vería mejorado ofensivamente con el rey de los 'pick and rolls'.
A pesar de la savia nueva, Gasol no quiso olvidarse de los ausentes. "Fue triste decir adiós a Andrew Bynum, pero fui feliz con la llegada de Dwight y cuando supe que me quedaba. Me siento un privilegiado, un afortunado. Espero seguir siendo productivo y contribuir para lograr el título", apuntó.
El matrimonio entre los Lakers y Gasol vive un buen momento. Hay confianza e ilusión y la llama está más viva que antes del verano.