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Se reencuentran con la mejor sonrisa

Jordan Hill logró una gran actuación como suplente en el juego ante los Kings AP

LOS ÁNGELES --Los Angeles Lakers consiguieron su segunda victoria al hilo tras derrotar a Sacramento Kings (103-90) en un encuentro que dominaron sin complicaciones. Dwight Howard llegó a los 23 puntos y 18 rebotes; Kobe Bryant sumó 20 puntos, seis asistencias e igual número de rebotes; Pau Gasol, 18 puntos y cinco rebotes, números idénticos a los de Metta World Peace. Por parte de los Kings, Jason Thompson (15 puntos y 10 asistencias), Isaiah Thomas (13 puntos) y el reserva, Jimmer Fredette (18 puntos) se erigieron como los líderes de los capitalinos.

Los jugadores de los Lakers llevaban cinco partidos sin disfrutar del placer de jugar al basquetbol. Lucían como reos de un sistema carcelario destinado al fracaso, y si hubo algún momento en el que llegaron a sonreír fue porque la ironía no podía ser representada de otra manera. Ironía ante pases sin destino, ante continuas pérdidas de balón y un defensa tan oxidada como las transiciones en ataque; aspectos que se han rebajado considerablemente en las dos últimas citas.

Desde que Mike Brown fue destituido, los laguneros se volvieron a encontrar con la mejor de sus sonrisas. Se lo pasan bien haciendo lo que mejor saben: jugar al baloncesto. Y así las victorias llegan, 2-2 en la era post-Brown, que dicen mucho cómo se gestionaron las cinco primeras citas y cómo se están llevando a cabo ahora.

"Estamos saliendo y jugando a baloncesto con estilo 'pick up', para ser honesto, y sólo apuntalamos un par de cosas", señaló Kobe. "Estamos saliendo ahí a jugar al basket. Cuando sales a la cancha a hacer un juego más libre, te obligas a comunicarte con los demás, a leer y a reaccionar con los demás", afirmó.

"Tenemos una idea de lo que queremos hacer ahí y lo demás es una cuestión de comunicación constante", explicó el lagunero.

Ante Sacramento Kings se volvió a ver a un equipo que hizo de su profesión un entretenimiento. Sonrió Kobe Bryant cuando Pau Gasol pivoteaba para penetrar a canasta en lugar de hacer circular el esférico o se jugaba lanzamientos certeros; sonrió Dwight Howard con su alley oop y con un doble-doble en el bolsillo al descanso (14 puntos/10 rebotes); también enseñó dientes de felicidad Jordan Hill, y Metta a base de triples (50 por ciento). Todos disfrutaron, jugaron y vencieron.

"Tan solo estamos jugando un basquetbol simple", apuntó Gasol, "ofensivamente recurrimos a nuestros jugadores en las posiciones en las que pueden anotar y defensivamente nos comunicamos y nos mantenemos activos para intentar reducir su juego a un disparo".

El apartado de los rebotes fue uno de los aspectos a relucir en los Lakers este domingo. Agarraron 50 rebotes, 32 defensivos y 18 ofensivos para desequilibrar la balanza a su favor.

La llegada de Bernie Bickerstaff impregnó de normalidad el juego lagunero con la inteligencia del sabio en estas lides y con consejos de abuelo: "Chicos, salid ahí a pasarlo bien"; algo que funciona.

"El ánimo fue bueno", comentó el coach, "no sólo esta noche. Creo que estos chicos estuvieron conectados con la realidad en cuanto a la consciencia de qué es lo que sucede. El profesionalismo de estos chicos esta siendo increíble", apuntó.

A pesar del cambio de imagen, el público continúa ansioso por que la transición en el timonel de la nave lagunera se lleve a cabo al cien por cien. De nuevo, y a pesar del buen encuentro de los Lakers, se volvió a oír en dos ocasiones el más que vitoreado, "¡we want Phil!".

Sacramento jugó un buen partido sin su estrella, DeMarcus Cousins, que recibió una sanción por enfrentarse a un reportero. Aguantaron el tipo a base de garra y liderados por Thompson, Thomas y el armador reserva, Fredette, que empujaron durante los dos primeros actos, pero se desinflaron en el tercero y el cuarto.

Lo Lakers fueron muy sólidos y estuvieron afinados en las ejecuciones (44,4 por ciento en tiros de campo y 32 en triples), dominaron la pintura (42-40), aunque volvieron a mostrar carencias en las pérdidas de balón (18 en los que cedieron 26 puntos).

Con defectos y virtudes, los Lakers sacaron su mejor sonrisa para continuar en la senda del triunfo mientras la directiva deshoja la margarita para contratar o no a un nuevo técnico.