ESPN Los Angeles
Rodrigo Azurmendi 11y

Emilio Gómez: forjando su camino

LOS ÁNGELES -- Emilio Gómez nació con una raqueta de tenis en la mano y por eso no sorprende que, a punto de cumplir los 21 años, sea uno de los tenistas más prometedores de su Ecuador natal.

El derecho es hijo de Andrés Gómez, aquel condecorado tenista que fuera número 4 del mundo en singles y número 1 en dobles y que ganara el Abierto de Francia (Roland Garros) en 1990.

Sin embargo, el heredero decidió forjar un camino distinto y posponer la decisión de volverse profesional de tiempo completo para asistir a la Universidad del Sur de California y ser parte del que es tradicionalmente uno de los mejores equipos del tenis colegial.

"Mucha gente lo veía como algo positivo", dijo sobre su determinación. "Los ecuatorianos con los que vivía el día a día están viniéndose al college. Mi hermano mayor me decía que era una buena opción. Había gente que no lo entendía y hasta mi papá dudo de mí cuando tomé la decisión".

Su partida a los Estados Unidos no fue una decisión tomada a la ligera.
"Fue una decisión muy dura, sin dudas la más difícil que tomé en mi vida", confiesa. "Pero ahora, si hay alguien que está más feliz es mi papá. Eso me puso más tranquilo y estamos viendo proyectos a largo plazo".

Muchos dudaban del efecto que esto tendría en su promisoria carrera.
"Habían dudas al principio de qué iba a pasar con mi tenis", recuerda. "Creo que me desarrollé y vengo de tener una pequeña temporada durante el verano y me fue bien. Tuve resultados en Copa Davis y creo que eso ha sido parte del esfuerzo que hice durante la temporada pasada".

SU ETAPA EN JUVENILES
Emilio participó del circuito de la COSAT (Confederación Sudamericana de Tenis) en las categorías sub-14, sub-16 y sub-18 (además de torneos en Europa) aunque nunca sobresaliendo demasiado, según sus palabras.

Su mejor ranking mundial en menores de 18 fue en el puesto 54, previo al momento clave de su carrera.

"Cuando di el gran salto fue a los 17 años cuando gané el primer torneo profesional", resalta sobre un torneo de la categoría 'Futures' en su Ecuador natal. "Ahí me empecé a dar cuenta que podía realmente llegar a ser un gran jugador. Después de eso hice malas decisiones y me di cuenta que no estaba listo. Me apuré".
El manejo de su carrera a partir de ahí no fue idóneo.

"No planificamos bien en cuanto a torneos y tener un entrenador personal", asegura. "También me costaba estar lejos de mi familia. Eso lo gané ahora ya que estoy cuatro o cinco meses fuera. Es obviamente duro pero no es lo mismo".

Su suerte cambió con la determinación de ir a estudiar y jugar a USC.
"Si hubiera tomado ese año entero [el 2009] jugando tenis no estaría aquí", confiesa debido a las estrictas reglas de la NCAA. "Tomé la decisión justa".

LA ETAPA COLEGIAL
Tras ganar aquel torneo, Emilio comenzó a ser reclutado por Peter Smith, entrenador del equipo de tenis de la universidad.
"Ellos habían visto a mi hermano [Juan] y él jugó contra esta universidad varias veces", avisa. "Mi hermano me sugirió a sus entrenadores. Cuando gané el futuro el entrenador empezó a contactarme".

Sin embargo, no todo ha sido color de rosa en su estadía en California.

"Sufrí mucho el segundo semestre del 2011 porque no había torneos, no me sentía a gusto y me ponía a pensar en qué iba a pasar con mi vida, si me iba a quedar los cuatro año o si iba a salir a jugar profesionales", se sinceró. "Este año ha sido un gran progreso para mí y ahora viene una responsabilidad más grande".

Gómez llegó a considerar dar el salto a profesional y abandonar su aventura estadounidense, tras haber tenido un poco de éxito en sus dos campañas universitarias.
"Estuve pensando en no regresar", apunta. "Me sentía listo para salir y estoy listo pero me puse a pensar en lo que la gente de la universidad me ha dado. Voy a jugar las dos temporadas que me quedan para después regresar cuando termine mi carrera tenística".

Uno de los factores que le mantienen en USC es el altísimo nivel del tenis colegial.

"El nivel es sumamente alto, especialmente si juegas en las primeras tres posiciones", confiesa. "Yo creo que tienen nivel 'Challenger'. Los números 1, hay muchos que están jugando challengers y están muy bien. Hay muchos jugadores de college que ganan Futuros".

Gómez afrontará su tercera temporada, en la que tendrá un rol protagónico tanto en sencillos como en dobles, además de ser nombrado uno de los capitanes del equipo. También compartirá equipo con su primo, Roberto Quiroz.

"Lo que tenía como meta hace dos años cuando veía a Steve Johnson y Jaak Poldma era jugar 1 o 2 y ser capitán", asegura. "Es una responsabilidad grande porque este año va a ser durísimo".

Las mejores universidades norteamericanas han incrementado sus esfuerzos en reclutar a los mejores talentos de todo el mundo, y la llegada de tenistas latinoamericanos se ha puesto de moda. El paraguayo Diego Galeano (Baylor), el boliviano Boris Arias (Louisiana State) y el brasileño Karue Sell (UCLA) son otros ejemplos recientes.

Gómez recomienda la experiencia, particularmente a aquellos con bajos recursos.

"Diego Hidalgo [tenista ecuatoriano categoría 1993] recién se comprometió en Florida", nos cuenta. "Especialmente esas personas que tienen problemas de lesiones que no los dejan despegar necesitan un tiempo para recuperar el cuerpo. Lo mejor que pueden hacer es venir acá. Para jugadores que están indecisos tienen todo para venir acá. También para los que tuvieron buenos resultados en juveniles pero no tienen el apoyo económico lo mejor es venir acá, especialmente si tienen una beca completa".

DECISIÓN INTELIGENTE
El tenis mundial atraviesa un periodo en el que se está haciendo cada vez más duro establecerse entre los mejores a una temprana edad.

Uno de los resultados ha sido el hecho de que el promedio de edad de los 100 mejores del ranking crezca año tras año. Esto hace que la alternativa colegial sea un camino seguro, ya que se puede mantener el nivel y recibir una educación virtualmente sin costo alguno.

"Los latinoamericanos son los que salen más tarde", apunta Gómez. "Por ejemplo, Fernando González tuvo la final del Abierto de Australia a los 26 años y [Juan] Mónaco que tiene 28 y está en su mejor momento".

Gómez cree que la razón principal por la que cuesta tanto insertarse es el desarrollo psicológico y la madurez emocional.

"Más que nada pasa por la parte mental", apunta. "Creo que sin dudas de 17 a 22 años hay un cambio enorme en la madurez de un jugador de tenis. Además estando acá la maduración va más rápido por las responsabilidades que tengo de estudiar".

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