LOS ÁNGELES -- Los Angeles Lakers regresaron de la Costa Este con sentimientos encontrados. La debilidad mostrada en Cleveland y Nueva York se topó con el contrapunto de dos victorias ante Washington y Philadelphia. La vuelta a casa ante Charlotte Bobcats supuso una cita de infarto con final feliz pero que mantiene las mismas dudas de siempre. Dudas de los aficionados, de los periodistas y sobre todo del cuerpo técnico.
El castillo de naipes de Mike D´Antoni nunca es el mismo. Los últimos encuentros están suponiendo una continua búsqueda de la fórmula que haga volar a los laguneros. Las alineaciones no suelen coincidir y el baile de posiciones es la tónica general. Y lo es por obligación, por las lesiones y porque el italo-estadounidense es consciente de que todas las piezas deben encajar a la perfección.
Cual profesor alocado, el coach busca soluciones de laboratorio, mezcla explosiva que retumbe la liga de una vez por todas. El coach no olvida que fue contratado con el fin único de ganar el campeonato, por eso sus experimentos gozan de un riesgo necesario.
Quién mejor que Kobe Bryant para ayudar D´Antoni en su labor experimental. El perfecto nexo entre jugadores y cuerpo técnico, el que mejor conoce a los elementos que más está costando encajar en probeta oro y púrpura (Pau Gasol entre ellos), el hombre que imprime coherencia dentro y fuera de las canchas.
"En la gira hablé mucho con Kobe sobre varios temas. Es difícil rememorar alguna conversación porque conversamos sobre varios asuntos en muchos momentos diferentes", confesó el coach. Una buena manera para buscar respuestas a las dudas que plantea el juego de los laguneros.
Y Kobe está sirviendo de inspiración en varios momentos de la formalización del estilo D´Antoni.
"Estoy disfrutando el proceso porque es un gran reto", comentó el jugador. "Estoy enfocado y lo disfruto. Seguiremos teniendo buenos y malos momentos, pero está llegando", apuntó.
Kobe es el bastón de las ideas D´Antonianas, que todavía buscan la chispa que encienda el motor lagunero. Sin pretemporada para el proceso prueba, error; sin margen para sucumbir.
"Estoy tratando de encontrar la mejor manera de juego del equipo. Seguiremos viendo los vídeos y revisándolos. Seguiremos combinando las piezas, porque llegará un momento en la temporada en que hayan lesiones o enfermos y todos deben estar preparados", comentó D´Antoni tras el encuentro ante los Bobcats.
La última de las pruebas del entrenador llegó el martes, día en que Pau Gasol regresaba a la duela tras dos semanas lesionado. Gasol ocupó su puesto natural presto y dispuesto para cubrir las espaldas a Dwight Howard como centro. "Me gusta combinar ambas posiciones", señaló el español. Devin Ebanks fue el elegido para comenzar en la posición de tres y Metta se quedó en el banquillo para saltar a la duela como reserva en el puesto de cuatro.
"Quiero que él juegue de cuatro. Debemos ser capaces de cambiar al equipo. Para tener un equipo diferente, Metta tiene que jugar en esa posición", afirmó D´Antoni.
En el experimento de D´Antoni, Metta no tiene por qué jugar como tres. "Si comienza de tres, contará con demasiados minutos cuando le utilice de cuatro. Tiene que descansar. Cuando se encuentre cómodo en esa posición, será muy productivo y el equipo lo notará".
Los sacrificados en la última reestructuración de D´Antoni fueron Antawn Jamison y Jordan Hill, que no jugaron ni un solo minuto el martes.
"Lo siento mucho por Hill, porque es el sacrificado. Está jugando bien y es muy buen jugador, pero he de hacer variaciones", apuntó.
Todo está abierto en el esquema que D´Antoni está tratando de gestar. Según confirmó, todavía no se plantea dejar a Gasol en el banquillo como se barajó en varias ocasiones y aún falta la adición de Steve Nash, cuyo regreso está próximo al confirmarse que el jueves y el viernes podrá ejercitarse junto al resto de sus compañeros a un ritmo normal.
La rotación en el último juego fue de siete efectivos (ocho con Ebanks, que apenas participó cinco minutos), una combinación de elementos muy reducida que además de a Jamison y Hill, dejó fuera al cada vez más participativo Robert Sacre y al desaparecido Earl Clark.
Veremos hasta dónde llegan los experimentos de D´Antoni, que si hay algo que está dejando claro, es que no le tiembla la mano a la hora de tomar decisiones.