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La amenaza de LA es LeBron

Kobe y Los Lakers quieren levantar cabeza, pero necesitan demostrarlo venciendo a LeBron. US Presswire

LOS ÁNGELES-- Ya queda menos para que los Los Angeles Lakers afronten su segundo partido de interés nacional en cuatro días. El Miami Heat aguarda a los laguneros con las baterías cargadas, el depósito lleno de moral y un arma infalible cuya actuación decantará la balanza de uno u otro lado.

La presencia de LeBron James en el plantel miamense nunca pasa desapercibida, no en vano, el nombrado MVP en tres ocasiones (2009, 2010 y 2012) apunta maneras para hacerse con el galardón otro año más.

LeBron está mostrando un gran nivel en los últimos partidos de su equipo. No bajó de los 30 puntos en las cuatro citas exitosas al hilo que lleva su equipo frente a los Los Angeles Clippers el viernes (30 puntos), los Houston Rockets (32 puntos), los Charlotte Bobcats (31 puntos) y los Toronto Raptors (30 puntos) y su solvencia en ambos lados de la cancha le hace ser letal para los rivales. Su papel protagonista está siendo fundamental para que los actuales líderes de la Conferencia Este continúen siendo firmes candidatos al título.

Los laguneros acuden a Miami envueltos en un interminable mar de dudas no sólo en el aspecto colectivo sino en el individual. Además de las lesiones de Pau Gasol, Jordan Hill y el maltrecho hombro de Dwight Howard, el plantel continúa preso de la irregularidad. La consistencia que muestran los laguneros está basada en pequeños chispazos de solidez, como el mostrado ante Charlotte en el último cuarto y medio, momento en el que los Lakers lograron sobreponerse a una diferencia de 20 puntos para acabar ganando el encuentro con demasiado sufrimiento para haberse enfrentado al peor equipo de la competición.

Kobe Bryant estuvo desaparecido durante buena parte del partido, al igual que Steve Nash, y tuvieron que ser los hombres de banquillo los encargados de darle algo de brío al juego lagunero. Jodie Meeks estuvo formidable en sus lanzamientos tanto de tres como de dos y Antawn Jamison cada vez se parece más al jugador que todos esperaban cuando recaló en verano. Mucho tienen que cambiar las cosas en el bando californiano para sacar un resultado positivo en el American Airlines Arena.

En Miami todo va sobre ruedas y las dudas no turban las aspiraciones y los ánimos del equipo ni un ápice. Y es que no es James el único jugador que está encendido. Dwyane Wade jugó un gran partido ante los Clippers, al igual que Mario Chalmers, que está dando el do de pecho cada vez que salta a la cancha, pero no nos engañemos, frenar a Lebron significaría apagar gran parte del fuego miamense.

James tiene especial predilección por los equipos angelinos. Además de completar una gran actuación ante los Clippers el viernes, el jugador fue el elemento diferenciador cuando el Heat le sacó los colores a los Lakers el 17 de enero en el Staples Center (99-90), al anotar 39 puntos. En la cita ante los Clippers del 14 de noviembre, alcanzó los 30 puntos a pesar de caer 107-100.

El domingo, los Lakers tendrán varios elementos que superar, desde sus propios fantasmas, complejos y miedos hasta las escisiones que están condicionando al vestuario. Pero si hay una amenaza real que han de superar si quieren regresar de gira de los Grammy con un buen sabor de boca ésa es la presencia de LeBron James, ese jugador capaz de poner a su equipo un peldaño por encima del resto.